La Medicina Hiperbárica ha demostrado su eficacia en patologías cardiovasculares, traumatológicas, neurológicas, oftalmológicas, en cirugía plástica y estética e incluso en problemas emocionales, ya que ayuda a descansar mejor, desintoxica y revitaliza. En este tratamiento “se emplea oxígeno sanitario con una pureza del 99,99 por ciento, que proporciona una cámara hiperbárica de acero a una presión de hasta tres atmósferas”, explica la responsable de esta nueva Unidad, médico hiperbarista y especialista en Oncología Radioterápica, la doctora Anne Escribano. Ha sido especialmente efectiva en el tratamiento de pacientes con fibrosis e hipovasculación de los tejidos a consecuencia de la radioterapia. Con respecto a ello, Anne Escribano ha señalado que “la oxigenación hiperbárica actúa reduciendo edemas e inflamación y aumenta la neovascularización y los macrófagos”.

 

Aún así, no son los únicos beneficiarios de esta incorporación, también se utiliza con pacientes que sufren de diabetes y otras enfermedades crónicas, así como personas que subrieron alguna amputación. “Nuestras células necesitan oxígeno para vivir y a través de la aplicación de tratamientos hiperbáricos conseguimos acelerar los procesos de cicatrización, curación y cierre de heridas, úlceras y escaras”, añade la doctora, puesto que uno de los factores de la dificultad en cicatrizar se deben "a la circulación sanguínea alterada", lo que produce que "el oxígeno no llega eficazmente a los tejidos dañados, y resulta más fácil que aparezcan infecciones y que se complique aún más la curación".