Todo va a cambiar en el fútbol nacional tras el paso del coronavirus. Lo va a hacer a nivel económico y, también, a nivel emocional. Valoraremos, mucho más, cada gol, cada parada o cada pase. Valoraremos, de una forma exponencial, la sensación de ir a un campo de fútbol y disfrutar de nuestro equipo.
En Boadilla del Monte lo seguiremos haciendo. Lo haremos cada vez que pisemos en Ángel Nieto para ver a nuestro Internacional de Madrid-Boadilla. A pesar de que la relación con nuestra ciudad es, todavía, muy corta, el club ha conseguido un hueco en el corazón de todos los aficionados boadillenses al fútbol. Sobre todo, por su buen papel en la Segunda división B.
De no haber sido por el parón que provocó la llegada del virus, el Inter habría luchado por meterse en los playoffs de ascenso a Segunda división. Un año más, había convertido el Ángel Nieto en un fortín del cual se escapan muy pocos puntos. Cinco puntos separaban a los de Boadilla del Peña Deportiva, cuarto clasificado.
Sin embargo, y como ocurre con la vida misma, todo se acaba. También, la vinculación de Mario Fuentes y Marcos Jiménez con el conjunto interista
Verano de cambios
Sin embargo, y como ocurre con la vida misma, todo se acaba. También, la vinculación de Mario Fuentes y Marcos Jiménez con el conjunto interista. El primero ha conseguido, en su trayectoria como director deportivo del club, reclutar a algunos de los mejores talentos de la categoría para lograr salvar, sin problemas, a los nuestros.
El segundo se ha convertido en santo y seña de un proyecto muy reconocible, que nos hizo soñar con avanzar rondas en la Copa del Rey o con ascender a la liga de fútbol profesional. Ambos han hecho las maletas y separan sus destinos del camino del Internacional de Madrid-Boadilla, que tendrá que reinventarse.