El Estado de alarma trajo consigo el confinamiento y un parón económico sin precedentes. Un contexto que ha abocado a muchos comercios y empresas al cierre de sus negocios. Quienes han conseguido sobrevivir al `cerrojazo´ reabren sus puertas entre medidas de higiene y seguridad para recibir, de nuevo, a sus clientes.

La Asociación de Comercio de Boadilla del Monte (ACBM) ha registrado el cierre de cinco empresas durante la pandemia, pero el coronavirus les ha dejado importantes lecciones que aprender para salir reforzados de esta crisis. En Soyde. recibimos a la presidenta de ACBM, Ana Aller, quien nos desgrana las iniciativas que está desarrollando la entidad y sus peticiones al ayuntamiento de la localidad.

Las nuevas tecnologías son el presente

Las nuevas tecnologías son las herramientas a las que se ha encomendado el sector productivo para continuar, en la medida de los posible, con su actividad. En el caso de los pequeños comercios la tecnología va llegando con cuenta gotas, pero, ahora, más que nunca, es imprescindible. “Ha hecho falta esta pandemia para que muchos comercios y empresas de Boadilla la digitalización es fundamental”, admite Aller. Por eso, desde ACBM ya están trabajando en la creación de una plataforma con el objetivo de “ayudar a los comercios con un market place”. Los asociados quieren poner remedio a lo sucedido durante las etapas más restrictivas de la pandemia, impulsando sus negocios online. “Nos hemos dado cuenta que mucha gente ha comprado por internet. ‘Si yo puedo ponerme a la vanguardia’, ¿por qué no?”.

Pese a que en internet los límites no existen, el comercio de proximidad nos aporta una cercanía y una profesionalidad imperceptible en el mundo online. Es precisamente esa motivación la que ha movido a los vecinos de Boadilla a concienciarse y regresar a las tiendas con más fuerza que nunca. “Los comercios, tras haber estado cerrados tanto tiempo, se ha producido un efecto rebote. Hay comercios que tienen cola”.