La pandemia provocada por la COVID-19 ha puesto al ser humano frente a realidades hasta ese momento desconocidas o muy lejanas para muchos, y entre ellas, ante la existencia de un grave problema de salud pública: la enfermedad mental.
Acabamos de conmemorar, el 10 de octubre, el “Día de la Salud Mental” y el pasado 10 de septiembre, el “Día Mundial para la Prevención del Suicidio”, días que han servido, entre otras cosas, para poner de manifiesto las muchas carencias en este ámbito, tanto a nivel sanitario, como educativo y asistencial por insuficiencia y a veces, nula previsión presupuestaria, pese a las reiteradas reclamaciones de los profesionales que las tratan. Y aunque queda mucho camino por recorrer, parece que algo ha empezado a moverse en las instituciones, acaso, porque las terribles consecuencias de la pandemia de la Covid-19, ha hecho que muchos nos acerquemos a situaciones que antes nos eran ajenas, como los trastornos de ansiedad, los trastornos depresivos, los problemas de sueño, el miedo a la muerte o al contagio, el desánimo….
Entre los más afectados por las restricciones de la pandemia, tenemos a nuestros jóvenes entre 18 y 34 años, que son los que más han acudido a los servicios de salud mental, con más ataques de ansiedad y más síntomas de tristeza, y los menores que tampoco han sido ajenos a la situación, duplicándose en los últimos 12 meses las urgencias psiquiátricas infantiles por trastornos de conducta alimentaria, ansiedad, depresión, autolesiones y tentativas de suicidio.
Los más afectados son los jóvenes de entre 18 y 34 años
No estábamos preparados para muchas de las consecuencias de la pandemia, pero sin duda, el deterioro de la salud mental puede ser una de las más preocupantes a largo plazo si, como sociedad, no acabamos con la incomprensión y los tabúes que rodean la enfermedad mental.
Por último, invito a la reflexión con estos datos: en España fallecen el doble de personas por suicidio (3.671 fallecimientos) que por accidentes de tráfico (1.842), y 67 veces más que por violencia de género (55 muertes).