Curiosamente, a la propuesta que hicimos desde Vox para suprimir el impuesto injusto conocido como "plusvalía", tanto PP como PSOE votaron en contra. A pesar de demostrar en el pleno que no todo vale para mantener el bienestar de los políticos, que cobrar un impuesto que grava dos veces el mismo acto de compraventa es moralmente injusto, e insistiendo en que lo que hay que hacer es recortar el gasto superfluo y el gasto en "amiguetes" asesores y "chiringuitos", los partidos socios decidieron seguir metiendo la mano en el bolsillo del ciudadano y seguir cobrando este impuesto que está en entredicho por la justicia.

Cada vez está más claro que PP y PSOE son lo mismo, que les une mucho más de lo que les separa y que la única alternativa posible para bajar impuestos y aumentar el bienestar de los ciudadanos es Vox.