La empresa FCC Medio Ambiente, adjudicataria del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria de Ciempozuelos, despidió ayer por la tarde a dos trabajadores/as y no renovó a otro, como medida represiva, en un intento por infundir miedo y limitar el derecho fundamental a la huelga de la plantilla de Ciempozuelos. Los trabajadores y trabajadores están en huelga por la negociación del convenio colectivo desde el pasado jueves 9 de mayo.
Las razones argumentadas por la empresa para justificar los despidos son completamente falsas y demagógicas, demostrando que la única razón de estas es tratar de atemorizar a los trabajadores en huelga y limitar o anular su ejercicio.
CCOO denuncia que “la empresa está prolongando la huelga por intereses propios, se niega a negociar nada, la única propuesta que hace es subir el salario un 0% durante dos años, y no ha convocado ninguna reunión. Todas las reuniones han sido convocadas por el comité de huelga, y la empresa no tiene ninguna voluntad de negociar nada”.
Los trabajadores despedidos por FCC Medio Ambiente tienen cargas familiares, en concreto tres hijos la trabajadora, y dos otro compañero despedido y un hijo el trabajador no renovado.
CCOO reclama a la alcaldesa que exija a la empresa la inmediata readmisión de las personas despedidas
Según Pedro Garíjo, secretario general de CCOO del Hábitat de Madrid: “Es absolutamente vergonzoso que una empresa como FCC Medio Ambiente, que en el año 2023 tuvo 591 millones de beneficios, despida a trabajadores por reclamar un convenio colectivo, que en varias categorías no llegan ni al SMI. No sabemos en qué nivel de la empresa se han decidido estos despidos, pero lo que refleja es la absoluta carencia de vergüenza y dignidad como empresa, despidiendo a trabajadores/as que no llegan al SMI, cuando esta misma empresa, FCC Medio Ambiente, se jacta de Planes de Igualdad, Códigos Éticos y responsabilidad corporativa. Con esta decisión FCC demuestra el cinismo de su discurso social y ético”.
Pedro Garijo, afirma que “no queremos olvidar el papel que debe jugar la alcaldesa, que se tiene que poner de manera clara y contundente del lado de la plantilla. Primero exigiendo de manera inmediata la reincorporación de las personas despedidas, reclamando y cargando con toda la fuerza de la administración contra FCC, por extender la huelga por intereses empresariales, perjudicando a los vecinos y queriendo hacer negocio con la misma, además de vulnerarla de manera evidente”.
“Si permite que la empresa FCC campe a sus anchas con esta impunidad en su municipio, la alcaldesa asumirá la responsabilidad de todas estas acciones de la misma manera que la empresa”, concluye Pedro Garijo.