El Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña, ha celebrado la XI edición del Curso de Septoplastia Microscópica con el objetivo de formar de manera específica a profesionales en este tipo de cirugía. La formación se ha orientado a perfeccionar la técnica de los especialistas, pero también se ha centrado en la enseñanza de los médicos residentes.
El Dr. Álvaro Sánchez Barrueco, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del hospital villalbino y uno de los organizadores del encuentro, ha resaltado que la calidad del curso radica en sus aspectos teóricos, pero tiene una orientación eminentemente práctica, con cirugía en, pero los primeros días de postoperatorio resultan incómodos para el paciente, al tener la sensación de una fuerte congestión nasal. “En la mayoría de los casos solemos taponar la nariz para evitar un sangrado nasal que, aparte de ser molesto, puede asustar al paciente; pero normalmente ese tapón lo retiramos al cabo de 24-48 horas y, poco a poco, la congestión nasal va disminuyendo”, comenta el Dr. Sánchez Barrueco.
No obstante, el especialista advierte que, aunque no es una intervención compleja, “no hay que perderle el respeto a la cirugía, al igual que no debemos hacerlo con cualquier otra actividad que pueda conllevar un riesgo”. El especialista afirma que la opción de operar al paciente se ofrece como una última alternativa: “Procedemos a una serie de pruebas, intentamos tratamientos médicos (principalmente con sprays nasales) y, si vemos que no se consigue el resultado deseado o que la sintomatología del paciente no mejora, es entonces cuando la cirugía tiene sentido”.
La desviación del tabique no constituye en sí un problema de salud grave, pero puede conllevar una rinitis o una sinusitis que afecten a la calidad de vida del paciente. Tras ofrecer un diagnóstico al paciente, es este quien decide si puede convivir con los síntomas asociados o si prefiere corregir la situación con una cirugía. “Tiene que haber una convivencia entre tener una desviación y tener una sintomatología suficiente como para operarse”, apunta el experto.
La desviación del tabique no constituye en sí un problema de salud grave
Formación como vía de perfeccionamiento
El Dr. Sánchez Barrueco ha enfatizado en la importancia de la formación constante de los cirujanos: “Nuestra responsabilidad es con las personas, de forma que tenemos que estar muy seguros de lo que hacemos, lo que atestigua la importancia de actualizar conocimientos de forma permanente”.
El éxito de esta y otras ediciones de la formación atrae el interés de médicos procedentes de diversos hospitales del país e, incluso, a nivel internacional. Estos cursos con cirugías en directo son posibles gracias a los voluntarios que acceden a que su operación sea objeto de estudio para otros médicos. “Queremos agradecer a todos esos pacientes que, en anteriores ediciones, no dudaron en intervenirse durante un curso de cirugía en directo y, de este modo, ayudaron a la docencia en un hospital universitario como el nuestro”, concluye el especialista.