La Piedra del Concejo de Collado Villalba, ubicada en la Plaza del Ayuntamiento, es uno de los vestigios que se conservan en la localidad de tiempos pretéritos, cuando los representantes de los antiguos vecinos se reunían en las gradas labradas en la piedra al toque de la campana, hace cientos de años.
Un uso y costumbre que la Concejalía de Cultura del municipio pretende divulgar entre los actuales vecinos, con el fin de impulsar el conocimiento de las tradiciones, la historia y las costumbres populares, a través de la organización de actividades como la Jornada “Historias de un tiempo”, que se celebrará el próximo sábado, 14 de mayo, en la Plaza de la Constitución, con la Piedra del Concejo como eje central.
Este homenaje al pasado de Collado Villalba incluye diversas actividades para niños y mayores, como las dos representaciones de las reuniones del antiguo concejo (en horario de mañana y tarde), juegos infantiles artesanos y tradicionales, animaciones, pasacalles y diversas exposiciones de oficios antiguos (herrería, carpintería, corcho, esparto, barro…).
Las actividades tendrán lugar en la Plaza del Ayuntamiento en horario de 12:00 a 14:00 h y de 18:00 a 21:30 h.
Este homenaje al pasado de Collado Villalba incluye diversas actividades para niños y mayores
La Piedra del Concejo, Bien de Interés Cultural
Además, a las 12:00 horas se procederá a inaugurar una placa conmemorativa de la Piedra del Concejo, que fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Sitio Histórico, en el año 1991.
En su origen, la Piedra del Concejo era una enorme roca donde se discutían los asuntos cotidianos de la política municipal. En 1724, el entonces alcalde de la localidad, el señor Sanz, mandó tallar un graderío como consta en el último respaldo, junto con la representación de un ave, que podría interpretarse como una paloma o "francolín".
Hoy en día ocupa un rincón de la plaza de la Constitución. A su lado se edificó en el siglo XVI el antiguo Ayuntamiento, un caserón de piedra de planta rectangular de dos pisos, rematado por un frontón triangular con un reloj, y coronado por un pequeño carillón rodeado de grandes bolas de granito.
El Consistorio fue ampliado en el siglo XX con la adicción de un edificio acristalado, que aúna pasado y presente, con el fin de dar respuesta a las necesidades de una población moderna que supera actualmente los 60.000 habitantes.