El colectivo “Colmenar Viejo, Tierra de Cine” anunció que el decorado western de la Dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo tendría los días contados, y así ha sido. La parada de postas de diligencias, considerada por la guía “Comunidad de Madrid, Territorio Far West” de la Consejería de Cultura y Turismo, como el último decorado de este tipo que quedaba en la región, ha sido demolido esta mañana por orden del ayuntamiento de nuestra localidad.
El pasado 29 de abril, en el turno de preguntas en el pleno municipal, el alcalde de Colmenar Viejo, Jorge García Díaz, anunció la decisión de derribar el decorado, aunque en ese mismo pleno se anunció que van a “intentar volver a construir uno”, pidiendo subvención o con los recursos del consistorio, pero que a su vez el colectivo manifestó que era una idea compatible con la acción de mantener el ya existente, al menos para que fuese visible en su exterior, con la necesaria restauración, para ser contemplado, fotografiado o filmado desde fuera, pero no derribarlo para así preservar el patrimonio cultural cinematográfico y fomentar el turismo de cine, un gran valor en alza.
Para el colectivo, el anuncio del ayuntamiento de reconstruir el decorado y crear un centro de interpretación medioambiental en la Dehesa de Navalvillar, que incluyese un homenaje al cine se trata de una idea reciclada de hace una década, que en su día no se pudo desarrollar, al perder el consistorio unos fondos europeos con los cuales se iba a llevarlo a cabo. Algo que ahora se antoja como una fantasía, y como una salida en estos días para justificar lo injustificable.
La visibilización social y mediática del problema durante estos días, ha precipitado la decisión
Historia
La ficticia parada de postas de diligencias, fue levantada en la muy cinematográfica Dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo para la película “Stop Over in Hell”, situándose justo en la pequeña colina que aparece en las batallas de “Espartaco” o de “La última aventura del General Custer”. Una instalación que fue motivo de ponderación y actividades en la exposición “La ilusión del lejano oeste” del Museo Thyssen-Bornemisza, decorado muy visitado por vecinos y foráneos.
El decorado fue sufragado en parte por el Ayuntamiento de Colmenar Viejo, y en su mayor parte, por la productora del film. El entonces alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría Novoa, acordó en contrato que, a cambio de la aportación de las ayudas del consistorio para la película, la productora no desmontase el decorado tras la filmación, en otoño de 2015, con el fin de destinarlo a uso municipal, y con el objetivo de rememorar los rodajes de westerns en el lugar, numerosísimos desde los años cincuenta.
Desde “Colmenar Viejo, Tierra de Cine”, lamentan profundamente esta mala decisión, al tiempo que ofrecen todo su apoyo para el desarrollo de la promesa del alcalde de promover la construcción de nuevos decorados, tal y como dijo con luz y taquígrafos en el pleno municipal.