El Museo de la Villa es uno de los atractivos culturales y turísticos de nuestra ciudad.
Desde hace un tiempo, la Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo viene recibiendo quejas de vecinos y visitantes sobre el funcionamiento del museo.
En las quejas se hace constar la "falta de promoción, fomento y divulgación de contenidos y condiciones de visita", además de "la escasa, si no nula, atención por parte del personal, del horario del museo y muy especialmente por un calendario que cierra la instalación en festivos claves" en los que se desplazan más visitantes hasta la localidad.
También señalan la "falta de indicadores y señalización en la zona centro" que guíe a los visitantes para llegar hasta el museo o la "confusión" existente por la ubicación de la oficina de turismo de la localidad.
Denuncian, además, que en los días festivos como el pasado puente de San José, sus puertas permanezcan cerradas ante la afluencia de turistas y de posibles visitantes del museo en la ciudad.
Desde la Asociación denuncian la "desidia" de los empleados en cuanto a la visita que los usuarios tuvieron que realizar "por libre".
Ponen de manifiesto la "irresponsabilidad" que supone que no haya ningún empleado de la empresa adjudicataria del servicio en estos periodos de tiempo, ya que "en el museo se custodian elementos de valor patrimonial elevado".
Desde la Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo vamos a seguir trabajando para forzar al consistorio a ejecutar medidas y actividades que fomenten y muestren la historia, tradiciones y patrimonio
Aunque son conscientes de que los horarios de este espacio contemplan su cierre en festivos, "es incomprensible", trasladan. "No podemos permitirnos perder turismo", afirman desde Vecinos.
La alternativa que proponen es, por tanto, modificar el día del cierre al primer día laborable después del festivo con previo aviso.
Relacionan estos episodios con la privatización del museo, que ha supuesto a lar arcas municipales "70.000 euros anuales" después de que el equipo de Gobierno escogiese "el camino fácil", es decir, "no contratar técnicos de turismo municipales y entregar el museo a una empresa externa para quitarse el muerto de encima".
Una acción que estaría demostrando el "nulo interés" del Consistorio en la actividad turística en una ciudad tan rica en historia, tradiciones y patrimonio, pero a su vez es "la más desconocida de la Comunidad de Madrid".