El 15 de agosto se convirtió en una fecha que conmocionó al territorio colmenareño. El personal del servicio de urgencias PAC de Colmenar Viejo fue amenazado y sufrió un intento de agresión con objeto punzante por un individuo. El suceso se produjo cuando los profesionales le comunicaron la imposibilidad de recetarle la sustancia necesaria para su tratamiento de desintoxicación.
La Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo denuncia que el personal de enfermería y auxiliares, que presta servicio de urgencias en el PAC de Colmenar Viejo, está atemorizado y desamparado ante las amenazas e intimidaciones que vienen soportando cuando no pueden atender debidamente a los pacientes. De esta forma, expresan su preocupación por la ausencia de personal médico, el único que tiene la capacidad y deber para recetar dichos tratamientos.
En palabras de la propia asociación, “la situación es ya insostenible. El pasado 15 de agosto se presentó en el PAC un individuo toxicómano, solicitando que se le pautara y facilitara el tratamiento necesario para paliar la adición que padece. Cuando una de las enfermeras informó al paciente la imposibilidad de pautar el tratamiento por la ausencia de médicos, el paciente reaccionó de forma agresiva llegando, incluso, a agarrar material punzante y amenazar a todo el personal que se encontraba allí en ese momento. Afortunadamente, la presencia de personal del SUMMA 112 ayudó a controlar la situación. Igualmente, los profesionales que sufrieron la agresión ya han presentado las correspondientes reclamaciones a sus superiores”.
La situación es insostenible
Por otro lado, no es la primera vez que los enfermeros y auxiliares denuncian la falta de medios de seguridad en los servicios de urgencia del PAC de Colmenar Viejo. Respecto a lo medidas de seguridad, reclaman la presencia de personal de vigilancia, la instalación de cámaras de seguridad y de botones antipánico conectados directamente con las fuerzas públicas de seguridad.
En esta línea, la Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo apoya las reivindicaciones de estos sanitarios, mostrando preocupación por una situación “que se ha cronificado peligrosamente”.
Según concretan, “no se puede tener a una localidad de 53.000 habitantes sin médico en las urgencias, mientras la Comunidad de Madrid se excusa diciendo que no lo considera necesario”.