Nuestra presidenta de la Comunidad de Madrid se está planteando cambiar las leyes LGTBI y de violencia de género, como lleva pidiendo desde principios de verano la ultraderecha. Pero este no es el punto de controversia, Ayuso se ha atrevido a decir que en Madrid no hay ataques homófobos, están "en la cabeza de la izquierda", aunque los datos no nos muestran lo mismo. Este año, solamente en la Región se han producido 103 casos, pero sí, ignoraremos los datos como siempre y haremos caso a la presidenta.
"Ni la homofobia ni este tipo de agresiones se van a corregir simplemente a través de una ley, porque los sentimientos y las sanciones nunca pueden ser plasmados en un texto", estas son las palabras de Ayuso cuando hablaba, según ella, de una "mejora" en la leyes que regulan al colectivo. Una "mejora" que se hará de la mano de Rocío Monasterio, quien firma a favor de las terapias de reconversión para las personas LGTBI, algo irónico ¿No crees?
Señora presidenta déjame decirte que llevas razón, las leyes que regulan las agresiones homófobas no cambian los sentimientos de las personas, pero quiero concretar que SÍ nos protegen, nos dan los derechos que nos merecemos, esos que tantos os cuesta reconocer que existen. "No voy a permitir que nadie colectivice a las personas LGTBI", ha declarado Isabel Díaz Ayuso, pero lo que nos colectiviza son las personas que nos agreden, marginan y nos señalan. Solo queremos vivir con tranquilidad, sin miedo a salir a calle pero hasta ese momento son las instituciones las que tiene que ayudar para cambiarlos, asique sí, las leyes son necesarias.
Conseguiremos nuestra libertas
Monasterio tampoco se ha quedado atrás, como era de esperar, en este circo de palabras que han soltado en estos días. Señora Monasterio, ¿Inocencia? ¿Es inocente una persona que agrede a otra por el hecho de ser homosexual o ser mujer? ¿Esta usted queriendo decir qué tenemos que creer al agresor?. Queda completamente fuera de lugar este comentario cuando se habla de los derechos de una persona, pero que esperamos de una mujer que solo se limita a lanzar mensajes de odio contra este colectivo.
Podemos entender las dudas por la última noticia que salió, una denuncia falsa que lo único que ha hecho es fastidiar la lucha del colectivo LGTBI, pero esto no quita que haya homofobia. Sí la hay, sigue en las calles, nos siguen oprimiendo y hay que luchar contra esto, es nuestra obligación. Pero no podemos solos, necesitamos el apoyo de la institución, vosotros nos representáis y no ayudáis, precisamente, intentando cambiar una ley que es tan necesaria.
Pero esto no acaba aquí, intentarán hundirnos más, sin embargo siempre conseguiremos levantarnos y resurgir con más fuerza. Esta lucha no ha terminado, tenemos mucho camino por delante y llegaremos al final, conseguiremos nuestra libertad.