¿Cómo puede ser que quién tiene que manejar la barca de este país no aparezca? Me genera un conflicto interno muy fuerte y una desmotivación ver cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en vez de salir a decir qué pretende o con quién va a intentar pactar a partir de ahora, ni siquiera se digne a intervenir en el Congreso. Yo creo que lo más sensato, en medio de este lío que hay montado, es repetir las elecciones. Eso sí, todavía hay otros dos escenarios que se pueden dar después de la investidura fallida de Feijóo: que Pedro Sánchez llegue a un acuerdo con Junts, que se dé cuenta de que los españoles no podemos tragar con lo que están exigiendo los independentistas y que convoque elecciones o que Feijóo regale algunos de sus votos para que Sánchez no tenga que pactar con esta gente.
Yo no me puedo creer que el PSOE esté más cerca de Bildu que del PP. Tampoco puedo creerme que el Partido Popular esté más cerca de VOX que de los socialistas. ¿Por qué no se entienden? ¿De verdad son tan grandes sus diferencias? Sin embargo, es importante recordar que la gente, cuando vota, lo hace bajo unas premisas y el mensaje que ha estado mandando el PSOE durante todo este tiempo es contrario a lo que ahora están planteando. Hay muchos socialistas que se sienten engañados. ¿O es que no se quiere que se entiendan esos mensajes? Yo viendo la sesión de investidura no conseguí captar las dobleces y la sátira en las intervenciones de Rufián porque, por mucho que utilicemos un pinganillo en una traducción, la esencia se pierde.
Me preocupa muy profundamente que los políticos sean conscientes del camino que estamos tomando en este país y lo hagan aposta, porque tienen a la sociedad controlada y, de esta forma, mientras que nos peleamos entre nosotros, no estamos pendientes de lo que hacen bien o mal.