Queridas amigas y por supuesto amigos, ha llegado el final del 2022, un año marcado por dos tragedias: la primera, evidentemente, la guerra de Ucrania, fin de una era de paz, inicio de una era de guerra mundial.
El cambio de modelo económico es evidente, y la reposición de los dos grandes bloques mundiales, el chino y el americano, nos conduce a un escenario bélico, donde hablar de bomba nuclear es, parece ser, la tónica de los próximos meses.
La segunda gran tragedia es el mundial de Qatar, para mí, la vergüenza más aterradora de nuestra etapa en la civilización. Evidentemente el ser humano hizo cosas peores, solo hace falta recordar a Hitler o Stalin pero, sinceramente, no fui participe. Y sí, aunque duele, yo no podía hacer nada, por lo que mi conciencia está tranquila.
Qatar, para mí, significa el fin del modelo de la inteligencia humana como colectivo. Miles de muertos (más de 6.500 si queremos ser más exactos) para hacer un imposible como salvar la tierra de un meteorito, liderando una misión Brice Willis, sería un acto de sacrificio y heroicidad humana que, de producirse, nos haría evolucionar como especie y quizá entender mejor lo que somos en el universo. Pero no, más de 6.500 de personas muertas, no ya por la codicia de un loco genocida que engaña o doblega una sociedad, como en Ucrania, sino que son personas muertas por y para que unos pocos jugadores jueguen con un balón, y cientos de miles de espectadores por el mundo aplaudan sus boludas carreras hacia el gol. La carrera del ganar para la patria. ¿Ganar qué? ¿patria? Seremos los mejores por un tiempo ¿en qué? Cuatro millones de personas celebrando ser cómplices de estas muertes. Tontos. Somos tontos y, lo que es peor, no somos siquiera conscientes.
No, amigos, no es contra el fútbol, es contra todos los que hemos sido cómplices en silencio de esas muertes, de los jugadores iraníes que colgarán de una grúa y veremos en el telediario mientras tomamos una cerveza, pensado que nuestro modelo de vida es mejor y tenemos la boca tapada con unas patatas fritas, las de la indecencia y decadencia de nuestra sociedad y de todos o muchos de vosotros, los que estáis leyendo esto y no hacéis nada. De seguir con esta estupidez colectiva que se traslada a casi todos los sectores, moriremos ahogados en nuestra propia mierda.
No tenemos ni vergüenza ni perdón de Dios, si es que existe. Haber sido cómplices de las compras y sobornos que tantas muertes de gente inocente han supuesto. Somos cómplices de ellas, cómplices que compraremos nuestra bula al párroco de turno, o ni eso.
A mí por lo menos esto me pesa.
Pero no quiero parecer pesimista, al revés, creo profundamente que, en los próximos años, el mundo será un lugar mejor, la tecnología está logrando cambiar los patrones económicos por otros patrones más humanos, y más nos vale.
Qatar, para mí, significa el fin del modelo de la inteligencia humana como colectivo
Como repaso al mundo local, que es nuestra especialidad, podemos decir que ha sido un año interesante, hemos podido seguir de cerca muchas de las cuestiones que en cada municipio de los 30 en los que estamos, han marcado polémica, incluso lo que otros medios menos críticos con el poder han intentado ocultar o pasar de soslayo. hemos podido y en muchos casos logrado, trasmitirlo con un tono de humor y sátira que ya hemos consolidado como método eficaz de llegar a todos vosotros.
Al final un medio de comunicación no es mas que esto, un medio para tener acceso a vuestra inteligencia, que, si bien es cierto, muchos no la quieren usar, somos otros muchos los que cada vez somos mas conscientes de nuestra responsabilidad y relevancia como mentes criticas y constructivas de la próxima sociedad que se avecina.
Nosotros, la redacción, sinceramente nos lo hemos pasado muy bien, salvando la gravedad de algunas noticias, construyendo todas estas portadas que ahora queremos que tengáis y que podáis “coleccionar” en este ejemplar que todos los años editaremos.
El poder debe saber que además de someterse ala justicia, ahora tan en entre dicho, también debe someterse a el escrutinio de las urnas y de los votos inteligentes, los votos informados correctamente de su entorno y los votos que, tras ellos, no media coacción ni económica, ni social ni cognitiva, basta ya de someter a la gente a la dictadura del pensamiento único! ¡Ni unos son tan buenos ni otros son tan malos! ¡Cáspita! ¡No estar sometidos a nadie nos permite criticar o alabar las conductas de todos ellos, independientemente de su color político!
¿Alguien puede ver bien que Jose Antonio de Humanes se gaste lo que le sobraba de presupuesto en más toros y fiesta, mientras niega ayuda al comedor social del pueblo? ¿Esto está bien?
¿O que Natalia de Andrés siga de alcaldesa cuando un tribunal firmemente la ha condenado?
¿Está bien que un alcalde, Narciso, ¿solicite a la autoridad Aérea que dejen de pasar los aviones por su nueva casa que se está construyendo? ¿Y que lo consiga perjudicando a los otros?
Es correcto que un equipo de Gobierno como el de Alcalá, se suba el sueldo hasta un 66% en plena pandemia? ¿En algunos casos de cobrar 30.000 a cobrar 60.000 o en algunos casos pasar a más de 78.000? E incluso, en este año, los que venían a salvar la patria del dragón bicefálico han llenado aún más sus bolsillos.
Estas cuestiones pasan desapercibidas para muchos de los ciudadanos, ya sea porque se cuenta de forma lateral o porque se cuentan mal intencionadamente.
En SoydeMadrid, hemos aprendido que la verdad, contada con humor, duro, pero humor, se entiende muy bien. Este es nuestro reto para el año que viene.
Habrá cambios, seremos semanales, abriremos mas municipios hasta llegar a casi los 50 en la Comunidad de Madrid, seguiremos siendo fieles a vosotros, a vuestra inteligencia y ganas de saber la verdad.
También aprovecho esta ocasión para compartir con todos vosotros el premio a la innovación periodística que nos han otorgado, gracias a CLABE, una de las mayores asociaciones de editores de prensa de España por entender nuestro modelo, y como no, gracias a todos vosotros. Ahora más que nunca os pedimos que os suscribáis a nuestros WhatsApp, a nuestras redes o a nuestras listas de distribución, que os bajéis nuestra app y que por su pesto reenviéis todas nuestras noticas que consideréis necesarias que la sociedad sepa, ¡así todos contribuiremos a que la democracia funcione! Y por supuesto si necesitas ayuda… ¡Aquí nos tienes!
Con todo esto, te mandamos nuestro mas efusivo abrazo y por supuesto ¡FELIZ NAVIDAD!