El campo lleva mucho tiempo viviendo una situación insostenible porque quienes ponen el precio a las cosechas son los últimos eslabones de la cadena de alimentación, que son los que no tienen ni idea del campo. ¿Quién lo paga? Los de siempre. En primer lugar, los que consumimos, con unos precios prohibitivos, y por otro lado, los que producen, con unos precios de mierda. En este contexto, una variable determinante es la enorme burocracia a la que tiene que hacer frente el sector, que no hace más que encarecer sus costes. Es muy difícil que el Gobierno central haga una normativa conjunta para todos porque hay mucha diversidad en los territorios. Por eso, creo que las Comunidades Autónomas deben velar más por la tecnificación adecuada del campo para que llegue a todos los agricultores por igual. Eso sí, cuando hablamos de negociar a nivel global y de permitir la entrada de productos de fuera de la Unión Europea, ya sí es una cuestión del Gobierno nacional, pues creo que debe defender los derechos de nuestros agricultores en su conjunto.
Considero que el mundo agrario está confundiendo la digitalización con la burocracia excesiva. En ese intento de control del campo, con trabas por todas partes, los agricultores y ganaderos ven como un enemigo a la tecnología. Este es un grandísimo error y lo inteligente sería eliminar los trámites absurdos que se cocinan en despachos absurdos para adecuarlos a la realidad que se vive en el campo, que no es absurda. Es obvio que hay que cuidar el medio ambiente, evitar incendios y otras tantas cosas, pero es muy importante consensuar las medidas con quien convive con estas preocupaciones día a día. El problema, una vez más, nace de la política o de los políticos.
Es tonto que nuestros agricultores no puedan utilizar ciertos productos fitosanitarios y que, después, nos comamos los alimentos que vienen de Marruecos y que sí los usan. Los tomates que vienen de fuera son más baratos y se los comen los pobres. Si no quieres fitosanitarios, gástate cuatro euros en un kilo de tomates BIO y si no te lo puedes permitir, búscate la vida y muérete de asco. ¿Por qué no interesa hablar de esto?