Entiendo que haya personas que den mucho valor a la monarquía, estamos en una democracia en la que cualquier pensamiento debe ser aceptado y lo respeto. Históricamente, la Corona ha sido necesaria y ahora quizás más, aunque no me sienta especialmente representado por ella. No sé bien que habría sido mejor para nuestro país, si monarquía o república, pero he de reconocer que, en este momento en el que vivimos, la figura del rey es muy necesaria porque alguien tendría que poner un poquito de cordura a esta crispación. No podemos negar que es una persona hiperformada, con conocimientos en política exterior, diplomacia e idiomas. ¿Quién mejor que una persona neutra?
Ahora bien, ¿lo está haciendo? Pienso que no tanto como los ciudadanos necesitamos. Felipe VI debería tener un papel mucho más activo para acercar posturas. Yo siempre he creído que la Corona debía ser el bálsamo que llega para mediar en determinados conflictos. Es muy complicado porque su deber constitucional es sumamente limitado, pero podría haber hecho más énfasis para que existiera diálogo entre los dos grandes partidos políticos de este país. Las minorías deben tener cabida, pero no a este nivel de extorsión al Gobierno, lo que altera la convivencia pacífica y erosiona nuestra democracia. Evidentemente Felipe VI no puede negarse a firmar una norma que ha salido de la Cámara, pero echo en falta una postura más contundente. Se toma demasiado en serio el espíritu recto, dialogante e integrador que debe definir a la Corona porque hay ocasiones en las que tienen que tomar posturas más definidas.
En definitiva, la figura del rey es muy importante, pero hay cosas que no está haciendo por los ciudadanos. La Corona tendría que darnos la garantía de que las mayorías van a dialogar y llegar a un consenso en nuestro país. ¡Haz clic en el play!