La homosexualidad sigue siendo un delito en algunos países, es más, la mayoría de las personas de este colectivo, que viven en ciudades en las que está mal amar a quién quieras, viven con mucho miedo por lo que pueda pasar y no solo por agresiones físicas e insultos, sino por tener que ir a la cárcel.
Algo así ocurre en Uganda que, hace relativamente poco, aprobó una ley que castiga con la cárcel a todas las personas que se identifiquen como gays. Todos los ciudadanos de este país que sean homosexuales se arriesgan a ser condenados a cadena perpetua e incluso pueden llegar a la pena de muerte en algunos casos.
Ya no solo es deplorable que algunos países o, sin ir más lejos, personas sigan tachando la homosexualidad como enfermedad o algo malo simplemente porque se sale de “su normalidad”, sino que ahora tenemos que vivir con miedo porque podemos ir a la cárcel o morir por el simple hecho de amar ¿En qué cabeza caben estas situaciones?
Para el colmo, el Parlamento de Uganda no son los únicos que están en contra del Colectivo LGTB, sino que todas las personas cercanas a los homosexuales están chantajeándoles para que les paguen dinero a cambio de no decir que son gays. ¿Esta es la moralidad de las personas? ¿En un país así alguien te confiesa su orientación con mucho miedo y tú te aprovechas de él?
Hace falta menos maldad en la sociedad y más amor por los demás
A veces me cuesta entender que en la sociedad actual sigan pasando estás cosas y muchas personas mayores o jóvenes se quejen de que nos estamos pasando con los derechos o que se nos favorece demasiado, como si tuviéramos que dar las gracias.
Las personas homosexuales no tenemos que dar las gracias porque todos nos merecemos unas leyes igualitarias y, por desgracia, para conseguirlo, tenemos que estar sacando leyes como la Ley Trans o LGTB que nos den unos derechos. El mundo ideal, que sí, es bastante complicado, no tendría que tener leyes que regulen la igualdad de unas personas porque todos deberíamos estar acogidas a las mismas y ser tratados por igual.
Parece una exageración o una hipocresía hablar de esto desde mi posición porque vivo en un país que si está regulando unas leyes para intentar conseguir una igualdad. Sin embargo, por muy lejos que me quede la situación de Uganda creo que en cierta medida me repercute con una moralidad o porque están matando o denigrando, entre otras cosas, a personas con las que me siento identificado.
Lejos de lo que me afecte o no, me da pena tener que hablar de temas como la cadena perpetua por tener una condición sexual u otra, me da pena ver que mientras unas personas consiguen avanzar pasito a pasito otras se quedan estancados o simplemente retroceden.
Hace falta menos maldad en la sociedad y más amor por los demás, o por lo menos dejar que cada uno viva como quiera porque vivir tu vida sin molestar a nadie no tiene por qué joder a los demás y me remito a lo de siempre, que es algo tan básico como que todos somos iguales.