Las artimañas y deducciones de los grandes detectives novelescos como Poirot o Holmes quedan lejos de las labores que realizan día a día detectives reales. Así como la parafernalia que existía tras cada caso. A diario empresas de España contratan investigadores para conocer las causas del absentismo de empleados. También hay particulares que quieren descubrir el paradero del progenitor que lleva años sin pasar manutención o beneficiarios de herencias que sospechan que están siendo engañados y buscan un perito calígrafo Madrid.
La mayor o menor gravedad del caso no condiciona la importancia de la labor de estos profesionales, sin embargo, cuanta más fama tenga el protagonista del suceso, más repercusión genera a nivel mediático. Por eso te traemos cinco casos famosos en los que un detective privado estuvo implicado con sus labores de investigación. Quizás el éxito de estos inspectores te anime a buscar detectives privados Madrid precios.
Lejos de la capital española se produjo el caso del asesinato de Marcos Kitano, concretamente en Brasil. La esposa de Marcos, Elize Matsunaga, fue la responsable en 2012 de disparar a su marido, descuartizarlo y repartir su cuerpo en mochilas. Kitano era el dueño de la gran empresa de alimentos Yoki y tanto él como su pareja tenían una gran afición por la caza.
En este caso, el detective fue contratado por la condenada para confirmar la infidelidad de la que tenía sospechas y por la que decidió asesinar a su pareja. Quizás no ayudó a resolver el caso, que quedó en manos de la policía y encontró pruebas del crimen que le valió una condena de 19 años. Sin embargo, no se puede negar que cumplió con su labor, descubriendo que el cónyuge estaba gastando parte de su fortuna en prostitutas.
Los detectives se enfrentan tanto a situaciones complejas con grandes empresas como a casos cotidianos familiares
Hay ocasiones en las que los padres se preocupan por el comportamiento de los menores que durante la adolescencia pueden dejarse llevar por influencias y cometer errores que marquen su futuro. Está claro que los niños necesitan su espacio y aprender a equivocarse, pero hay situaciones excepcionales en las que no comprendemos por qué nuestros hijos reaccionan de un modo o se produce un cambio drástico en sus pautas que nos choca.
No sabemos si Madonna se comportaba de manera sobre protectora o si tenía motivos para dudar de la educación que se aplicaba a su hijo, lo que es un hecho es que en 2016 recurrió a un detective privado para conseguir información de su vida cotidiana. La cantante pretendía demostrar que el joven vivía de forma peligrosa, sin límites y que permanecía sin escolarizar para recuperar al adolescente.
Caso diferente fue el de la muerte del hijo de Sylvester Stallone, Sage Stallone, que fue encontrado en su apartamento dos días después de su fallecimiento. El actor contrató al detective Scott Ross, que se encargó también del caso de la muerte de Michael Jackson, para tratar de averiguar las causas de la defunción de Sage.
El investigador colaboró con la policía para determinar si existía algún problema personal previo que afligiera al joven o si consumía drogas. Finalmente se determinó que la causa de la pérdida del joven, de 36 años de edad, se debía a una enfermedad de las arterias coronarias que le provocó un paro cardiaco.
Hace una semana que salía a la luz la investigación por parte de The Case Breakers sobre el asesino del Zodiaco. De acuerdo al grupo, formado por investigadores privados y expertos forenses entre otros, habrían sido capaces de desvelar décadas después la identidad del homicida que sembró el pánico en San Francisco a finales de los sesenta.
Los profesionales pasaron años buceando entre pruebas y han concluido que el archiconocido asesino es un tal Gary Francis Poste, fallecido en 2018. Por su parte, la Policía de Riverside se ha negado a investigar la posible conexión que plantean los investigadores independientes. Rechazando incluso una prueba de ADN que solicitan los expertos para demostrar su teoría.
Algunos detectives como Jack Palladino se atrevieron a desafiar a enormes multinacionales. El conocido como Sherlock Holmes estadounidense defendió a Jeffrey Wigand, ex directivo de la tabacalera Brown and Williamson, cuando el mismo reveló en los 90 información sobre las sustancias que empleaban para generar adicción en los fumadores.
La compañía trató de difamar los testimonios del científico y empresario pero gracias a la intervención de Palladino se acordó una indemnización de 200 mil millones de dólares y se propinó la primera victoria en un Tribunal contra la industria del tabaco.