El verano de 2022 ya está aquí. Con la llegada del calor y del tiempo libre, el uso que le damos a nuestros teléfonos móviles se intensifica. Especialmente, de herramientas y aplicaciones como la cámara y el vídeo que nos permiten captar nuevos paisajes o el navegador para llegar a nuestros destinos.
Además del uso constante, las altas temperaturas, la exposición a las actividades de agua o el desplazamiento continuo pueden afectar a la seguridad e integridad del smartphone.
Una herramienta que forma parte de la rutina diaria, especialmente en verano, y de la que el 60% de los españoles no podría prescindir según el I Barómetro Europeo de la Vida Digital realizado por Celside Insurance y Harris Interactive.
Para evitar poner en riesgo el teléfono móvil y sacar su máximo partido en vacaciones os damos cinco consejos para cuidar el teléfono móvil en vacaciones:
¡Cuidado con el sobrecalentamiento!
Además de resultar incómodo para visualizar la pantalla, puede provocar un sobrecalentamiento del dispositivo y su batería, y como consecuencia un peor funcionamiento. Para evitarlo, puede ayudar quitar la carcasa, bajar el brillo, cerrar todas los programas y aplicaciones que se estén utilizando.
Se recomienda no exponerlo directamente al sol o simplemente apagarlo pueden ayudar a evitarlo. ¡Nunca lo metas en la nevera! Las fuentes de frío deben ser secas: acércalo al aire acondicionado o al ventilador.
Evitar el sobrecalentamiento, no perderlo de vista, evitar el agua y el arena, guardar tus archivos y cuidado con las redes Wi-Fi públicas
¡No le quites ojo a tu smartphone!
Frente a la posibilidad de robos, solo existen dos posibles soluciones. La primera, no dejar el móvil a la vista o evitar las distracciones en caso contrario.
Y la segunda, contratar un seguro de móvil que cubra pérdidas o robos para minimizar el daño causado. Un 75% y un 72% de los españoles afirma que no disponía de seguro cuando ha sufrido robo o pérdida de su smartphone respectivamente, según el I Barómetro Europeo de la Vida Digital
¡Huye del agua y de la arena con el móvil en la mano!
La mayoría de los teléfonos ya son resistentes a las salpicaduras y otros incluso pueden sumergirse sin peligro durante un tiempo determinado hasta cierta profundidad. Sin embargo, el agua del mar no es apta ni siquiera para este último grupo de smartphones.
La sal que contiene puede provocar que en tan solo unos segundos de contacto las piezas electrónicas del dispositivo se estropeen sin remedio. El teléfono debe estar siempre protegido frente a la arena de la playa.
Además de impregnarse por todas partes y ser difícil de con mucha dificultad para eliminarla después, puede provocar arañazos en la pantalla e introducirse en las ranuras del dispositivo, como pueden ser la del cargador o los auriculares.
¡Guarda todos tus archivos!
Realizar una copia de seguridad de todos los archivos, contactos y contenido de interés que se guarden en el móvil puede ser una buena precaución en caso de robo o pérdida. Se puede optar por hacer copias en una tarjeta de memoria, en una memoria externa, o volcando toda la información en el portátil u otro dispositivo.
¡Cuidado con las redes Wi-Fi públicas!
Las redes abiertas de WIFI son una buena opción si se quiere ahorrar datos, pero pueden dejar en una situación vulnerable al contenido del teléfono móvil, especialmente el de aplicaciones que contienen información privada y sensible. Siempre es preferible optar por aquellas redes con seguridad, que requieran una contraseña para su conexión o echar manos de los datos contratados con el servicio de telefonía.