El día 13 de abril de cada año se celebra el día del beso, esa acción tan relevante e inherente al ser humano desde el principio de los tiempos y que salvo el homo sapiens y algunas especies de primates como chimpancés o bonobos u otras como delfines y flamencos poseen la condición para transmitirlo y ser portadores de tan venerable ceremonia de los sentidos.
Mención aparte merece el perro, el mejor amigo del hombre, que con sus lametones que simplemente son besos de lengua, nos expresan entre otras, la sumisión y el aprecio incondicional que sienten por sus compañeros humanos.
No hay estímulo más grande y satisfactorio para un escritor o poeta, que tener el placer y el honor de escribir sobre este acto universal que expresa, amor, afecto, pasión y respeto.
«Te lo digo con un verso», que diría el poeta extasiado ante cualquier circunstancia que le llama la atención o petición de que exprese lo que siente.
«Te lo digo con un beso», suspira el amante entregado, ante el torrente de pasión que le palpita en el alma encabritándole el corazón.
«Te lo muestro con un beso», dice el vástago ante el ancestro en señal de respeto e igualmente ante el descendiente de su sangre, como signo de admiración y amor filial ante lo que han creado sus carnes en compañía de otro ser humano.
«Por un beso suyo moriría», tiembla la carne agitada ante la privación del amor o dolida hasta la extenuación, ante la ausencia de un ser querido.
Bésame. Bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez. Bésame. Bésame mucho, que tengo miedo a perderte, perderte después
Más, siendo honesto con el lector y conmigo mismo, para seguir dilucidando de besos primero debería intentar aclarar, qué es realmente un beso según los cánones establecidos de una sociedad moderna.
Un beso es un muerdo, pico, besillo, besito, besazo y besote, de monaguillo, para encender la llama o tierno, para despedir al finado y además del 34, puede ser del 69 o del 7 y también francés, florentino, griego, filipino, esquimal o ruso y puede foguearse sobre la mejilla, oreja, frente, mano o el sexo y por supuesto el beso puede ser del tipo ladeado, inclinado, directo o clásico, apasionado o coqueto y hasta pudiera ser traicionero e hipócrita como el de Judas y sin ningún sentimiento de amor sino todo lo contrario.
Respecto a quien se dirige puede ejercitarse individualmente con el bis a bis por todos harto conocido o colectivamente con el llamado beso al aire que trasmite la sensación de ser besado aunque no te hayan rozado ni un ápice de los labios.
«Bésame. Bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez. Bésame. Bésame mucho, que tengo miedo a perderte, perderte después»
Con estas pinceladas de la canción «Bésame mucho», compuesta por la cantante y compositora mejicana Consuelo Velázquez, en su juventud y que con el paso del tiempo se ha convertido en un emblema que reivindica en todo el planeta la importancia de besarse y ser besado, se hace patente la importancia universal del beso.
Y no está de más recordar y tener presente, que en la memoria de cada cual el sabor de un beso, te acompaña durante años o a veces, en el resto de la vida. Por tanto, celebremos este día practicando con nuestros allegados este goce tan supremo que en el colmo de su inmensidad, deja soliviantado el espíritu y al deseo apaciguado entre dos cuerpos que se aman.
Besémonos pues, hasta que el cuerpo aguante ¡o se desgasten los labios trémulos!