Nos encontramos en una era de materiales avanzados que buscan durabilidad, resistencia, protección, cuidado del medio ambiente o flexibilidad. Uno de ellos es la espuma viscoelástica, presente en objetos tan cotidianos con tus zapatillas de ir a correr, tu colchón o tu almohada. El investigador Tatheer Zahra del QUT Center for Materials Science ha descubierto un nuevo uso para ella: proteger a los edificios de accidentes automovilísticos y terremotos.
El descubrimiento aparece detallado en un artículo publicado en Smart Materials and Structures y ahonda en como la espuma de ácido poliláctico (PLA) podría reemplazar las paredes protectoras que rodean los edificios. Una sola pulgada de espesor podría detener un automóvil que se mueva a 37 mph. Por el momento se realizan pruebas de menor envergadura antes de probarlo a escala del tamaño de un edificio. Si resulta atractivo y eficaz varios estudios piloto y comerciales podrían revestir las ciudades con estas peculiares barreras protectoras.
La espuma de esta índole es un material conocido como auxético, que bajo presión se comporta de manera diferente a los demás: paradójicamente se ensancha a medida que se alarga, lo que implica que puede absorber una energía considerable.
Edificios y puentes capaces de sobrevivir a desastres como terremotos o colisiones
Una de las propuestas del ingeniero es utilizar delgadas paredes de espuma con intrincadas geometrías de panal para reemplazar las barreras externas de acero y concreto que hoy en día pueblan las ciudades. Aunque no es necesario imprimirlas en 3D, el investigador ha probado un proceso de moldeo por inyección rápido y barato que aceleraría la producción de las estructuras.
“Mi visión es emplear la tecnología en infraestructura resiliente como edificios y puentes capaces de sobrevivir a desastres como terremotos o colisiones”, dice Zahra. Por tanto, su reto es incrustar los materiales de PLA dentro del hormigón y el mortero, sustituyendo al acero.