La primera vacuna española ya es una realidad, y comenzará a inocularse a 30 voluntarios durante los próximos días, de los cuales seis ya han recibido la dosis. Conocida con el nombre de “Hipra”, por el laboratorio creador, se testará en el marco de un ensayo llevado a cabo por el Hospital Clínic de Barcelona y el Josep Trueta de Barcelona, según han explicado los propios responsables de ambos centros en rueda de prensa este mismo viernes.
El ensayo se encuentra actualmente en fase I/IIa, en la que se trata de determinar la seguridad del producto y su capacidad de inmunización. 400 personas se presentaron voluntarias en un primer momento para formar parte de este estudio, una respuesta que sorprendió la investigadora principal del estudio y especialista del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic, Lorna Leal, mientras que el investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI), Rafel Ramos, ha puesto en valor la respuesta de la sociedad, dispuesta a "contribuir" para combatir la pandemia. Entre los requisitos era indispensable estar en la franja de edad comprendida entre los 18 y los 39 años, no haber padecido la enfermedad ni haber sido vacunados contra ella. A los 30 elegidos, a quienes se recomienda evitar situaciones de riesgo, se les van a administrar dos dosis, separadas por un periodo de tiempo de 21 días.
Se ha escogido el suero de Pzifer como alternativa para contrastar los tiempos del estudio. Por ello, 5 voluntarios recibirán dicha vacuna, y los otros 25 serán agrupados en 3 bloques, recibiendo cada grupo una dosis distinta de Hipra, con el fin de determinar la dosis indicada.
La previsión para la duración del ensayo es de alrededor de un año, aunque posiblemente se disponga de información relevante a los dos o tres primeros meses. Se trata de un preparado proteico que simula una parte del virus y, cuando entra en el organismo, genera una respuesta inmunitaria que "queda como recuerdo", por lo que "si en algún momento el virus accede a nuestro cuerpo, tendremos defensas para actuar rápidamente y protegernos de la infección o de un cuadro clínico grave", ha detallado Ramos.
Aunque, señalan los expertos, "es difícil hablar de fechas", se estima que el ensayo dure alrededor de un año.
Un mecanismo que le da "ciertas ventajas" a Hipra respecto de otras vacunas ya comercializadas, ya que su tecnología haría que lo tuviese más fácil para adaptarse a nuevas variantes: "Al ser una proteína recombinante hecha a base de dos subtipos de virus, en pruebas preclínicas ya se ha podido ver que funciona con las variantes de la covid-19 que conocemos. Ahora se deberá comprobar si en humanos también funciona", ha destacado Leal.
Por otro lado, la investigadora ha subrayado que han decidido llevar a cabo una pauta de primovacunación en lugar de probar la vacuna como tercera dosis en personas ya inmunizadas, porque "es la mejor forma de demostrar su eficacia", aunque no será hasta fases posteriores cuando se valore "cuál es la mejor estrategia".
También ha afirmado que más adelante se analizará si se puede contemplar para poblaciones aún no vacunadas, como niños, personas inmunodeprimidas o ancianos enfermos.En cuanto a los posibles efectos secundarios, Ramos ha asegurado que, por el momento, no han detectado "ningún aspecto relevante": "Vamos por el buen camino", ha asegurado.