Quién iba a decirles a los directores de Netflix que los cambios que llevaban tiempo anunciando -y llevaban el mismo tiempo siendo criticados- iban a convertir a la plataforma de contenido en trending topick en la red social Twitter tras acumular miles y miles de mensajes de usuarios haciendo público su #AdiósNetflix.
Si en 2017 lucía con orgullo que el amor era "compartir contraseña", ahora parece haberse arrepentido de gritar a los cuatro vientos este 'estandarte' que llevaba por bandera.
Ahora que más de 100 millones de hogares hacen uso de la misma cuenta, la "capacidad de invertir" de la compañía de entretenimiento se habría reducido. Al menos, esa es la justificación que han ofrecido para disipar las confusiones sobre "cuándo y cómo puedes compartir" contraseña.
Pero... ¿Cuáles van a ser realmente los cambios?
El 21 de febrero cambia todo. Primero, suben los precios. La suscripción básica con anuncios asciende a los 5,49 euros mensuales. Eso sí, si quieres disfrutar del contenido de siempre de la forma de siempre -es decir, anuncios free- tendrás que aportar 7,99.
La cuenta estándar tiene un precio de 12,99 y la premium 17,99. En este punto entra en juego la fórmula del "suscriptor/a extra", que puede añadirse por 5,99 euros al mes.
"Las cuentas de Netflix están pensadas para compartirse en un mismo hogar", comienza versando la plataforma cuando define esta nueva tipología. Por ello advierten que, a partir de ahora, aquellas personas que no convivan bajo el mismo techo deberán usar su propia cuenta.
Aunque el titular pueda comprar un pase de suscriptor e invitar a personas, el "extra" tendrá tanto cuenta como contraseña propias, pero su suscripción será abonada por el titular del perfil.
En cuanto a las "ventajas": acceso ilimitado a series, películas y otro contenido sin anuncios desde cualquier dispositivo conectado a internet y con la misma calidad de vida que el suscriptor que lo invitó. Destacan la 'exclusividad' y 'privacidad' que te da no compartir clave.
Las "desventajas" son bien conocidas por todos, pero... ¿Cuáles son verdaderamente las diferencias entre una cuenta normal y esta? Bien, en primer lugar, el acceso puede hacerse desde tan solo a una pantalla. Aunque también se puede descargar títulos, de nuevo, tan solo desde un dispositivo o tablet.
Los suscriptores extra solo pueden tener un perfil y sus usuarios no pueden crear perfiles adicionales, aunque sí puede ser uno nuevo o transferido del titular de la cuenta que le invitó y cumple con los requisitos.
Por último, pero no por ello menos importante, el "extra" debe crear su cuenta en el ismo país que el titular y, una vez se haya activado, lo podrá ver desde donde quiera.
Las cuentas de Netflix están pensadas para compartirse en un mismo hogar, es decir, entre personas que conviven con el titular de la cuenta. Las personas que no convivan contigo tendrán que usar su propia cuenta para ver Netflix
La forma en la que Netflix va a asegurarse de que se cumple las nuevas normas es la ubicación de los usuarios. Se deberá establecer un lugar predeterminado como ubicación principal a través de la conexión a Internet o, en su defecto, una dirección IP.
Un requisito que, encima, deberá realizarse una vez al mes para continuar comprobando que no te saltas las reglas. Si tienes una segunda residencia o eres un/a viajero/a empedernido/a, tendrás que conectar la misma red wifi de tu ubicación principal.
En definitiva, un completo despropósito lleno de requisitos y cambios que, sin duda, traerá más consecuencias negativas que positivas para Netflix que, si bien trataba de salir 'a flote' con sus deudas implantando esta medida, seguramente se acabe revirtiendo y consiga justo lo contrario: hundirse más.
Una vez puestos en contexto, entremos en materia. Las reacciones de los usuarios no han tardado en llegar. Muchos hablan de fracaso, declive, estampida... Todo ello concentrado bajo el hashtag #AdiósNetflix. Las búsquedas mas repetidas durante los primeros días del anuncio fueron "cómo cancelar suscripción, darse de baja...", etc.
Es más, un informe de Barlovento Comunicación realizado previo a anunciar los cambios definitivamente, advierte cómo Netflix podría perder alrededor del 60% de sus usuarios en España a causa de esta novedad. En enero, el 58,7% ya pensaba en cancelar su suscripción, frente al 14,8% que estaría dispuesto a pagar un extra por los mismos servicios.
Cabe destacar que nuestro país es uno de los que más extendidos tiene el uso de esta práctica de compartir contraseñas -un 61,3% de los usuarios españoles-, aunque en otros lugares como Portugal, Nueva Zelanda y Canadá también se ha implantado el "extra".
Los tuiteros no solo han comparado el precio de la plataforma de streaming con otras opciones como son HBO, Disney y Amazon, cuya suma de suscripciones -las 3- no supera la cantidad que Netflix trata de imponer después de tantos años; sino que, además, han vuelto a traer a colación herramientas que permiten la descarga gratuita de títulos y series como eMule.
Y tú, ¿también dices #AdiósNetflix?