Una de las situaciones más molestas -y peligrosas- al volante es la que tiene lugar como consecuencia de los deslumbramientos. En ocasiones, tal y como sucede durante las horas del día correspondientes al amanecer y puesta de sol, la luz se refleja de una manera directa, con una intensidad mayor de lo habitual, provocando una contracción de la pupila en los conductores; todo ello puede llegar a reducir al máximo el campo visual, clave para una conducción estable. En los peores casos, esta falta de visión momentánea provoca accidentes (en siniestros con víctimas, el porcentaje de ocupantes de automóviles y peatones con lesiones mortales aumenta en un promedio del 84% cuando la visibilidad es limitada, según AECA ITV) por lo que resulta de vital importancia conocer las claves para hacer frente a estos momentos críticos al volante.
1. Uso de gafas de sol. Minimiza considerablemente el impacto del reflejo, disminuyendo sus efectos (lagrimeo, parpadeo frecuente, pérdida momentánea total de la visión...). Siempre resulta recomendable tenerlas a mano, más aún si no acostumbramos a utilizarlas con frecuencia durante las horas de sol. Procura que estén homologadas y que cuenten con una calidad oportuna para cuidar nuestros ojos -mejor aún si disponen de un filtro solar alto, para combatir los rayos ultravioleta lo máximo posible-.
2. Cuidado con el cambio de luces. Cabe recordar que las "largas" tienen su uso restringido a aquellos momentos en los que no haya otros vehículos en la carretera, o bien cuando éstos se encuentren a una distancia lo suficientemente apartada como para no deslumbrar ni ser deslumbrados. Por otra parte, es destacable el hecho de que la luz del interior del habitáculo también puede resultar incómoda para terceros, por lo que se debe conectar de forma muy puntual, solamente cuando sea estrictamente necesario.
3. No bajar la guardia. La luz se refleja, del mismo modo, en fachadas, ventanas, retrovisores o lunas de otros vehículos, por lo que conviene permanecer alerta al aproximarnos a fuentes de iluminación especialmente elevadas, sobre todo si el ojo ya se ha acostumbrado a la oscuridad del horario nocturno o de una calle sin luminarias. Unos cristales limpios impiden que las manchas y la suciedad se conviertan en un obstáculo, más aún con el efecto difusor que se origina a contraluz.
4. La visera, un buen recurso. Aunque a veces solamente cubre el Sol de forma parcial, contribuye a reducir los riesgos que se derivan de esta clase de circunstancias, atenuando el brusco "golpe de luz". Ahora bien, tiene que reducirse su uso a cuando sea estrictamente necesario, puesto que también reduce el campo de visión.
5. Ojo a cambios de rasante, curvas y túneles. Adapta la velocidad, respeta la señalización, aumenta la distancia de seguridad y extrema la precaución, ya que son lugares en los que pueden aparecer fuentes de luz súbitas e inesperadas.
En siniestros con víctimas, el porcentaje de ocupantes de automóviles y peatones con lesiones mortales aumenta en un promedio del 84% cuando la visibilidad es limitada, según AECA ITV.
6. De noche, se multiplican los problemas. Haz lo posible por desviar la mirada de la fuente que ocasiona el deslumbramiento, y guíate por el borde derecho de la calzada para mantener tu trayectoria en condiciones óptimas.
7. Salud ocular. El 90% de la información necesaria para conducir la recibimos a través del sentido de la vista. Chequea con frecuencia tu salud ocular, acudiendo periódicamente a las revisiones del oftalmólogo u optometrista, con el fin de poder mantener unas garantías mínimas ante sucesos que comprometan la visión y causen picor, escozor o una respuesta lenta a la hora de acostumbrar la vista a los cambios.
8. Revisa periódicamente el alumbrado y reglaje de tu vehículo. Éste es el apartado en el que se detectan más defectos graves de ITV, abarcando un 25,85% del total. Según el estudio de FESVIAL, publicado en abril de 2021, el 10% de los conductores ha sufrido un accidente de tráfico o percance por problemas de iluminación. Se trata de un sistema cuyo correcto funcionamiento es esencial para la seguridad vial, al proporcionar al conductor la capacidad de ver y ser visto por otros, evitando posibles siniestros, especialmente en condiciones de baja o mala visibilidad. El desajuste de un faro, de tan solo un grado hacia arriba, puede multiplicar la posibilidad de deslumbramiento de los demás conductores.
9. Paradas regulares en trayectos largos. Especialmente en verano, que es cuando más se suele viajar a destinos retirados, con muchas horas de luz intensa durante el día. Descansa cada cierto tiempo para darle un respiro a tu vista.