El pasado 14 de febrero, la Asamblea regional aprobó una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el grupo parlamentario Vox, a solicitud de la Plataforma Liebre por Gato – Salvar CLESA para la ciudadanía.
En ella, se insta al Gobierno regional a declarar Bien de Interés Cultural (BIC) esta "obra maestra del patrimonio industrial madrileño" diseñada por el arquitecto Alejandro de la Sota.
La propuesta salió adelante con el apoyo de los votos de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, y la abstención del Partido Popular.
En su presentación de la propuesta, el diputado Gonzalo Babé (Vox), señaló la "debilidad" de las razones aducidas por la Dirección General de Patrimonio Cultural (DGPC) de la Comunidad para denegar el BIC. Aludiendo, además, a las réplicas ofrecidas por la Plataforma en el Recurso de Alzada interpuesto contra esa resolución.
Entre las intervenciones subsiguientes destacaron las de la diputada Mª. Carmen Mena, del PSOE, que insistió en la importancia de los apoyos que avalan la solicitud de BIC, como el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF).
Su uso futuro nunca debe priorizar la rentabilidad económica sobre la preservación de sus valores culturales y sociales
La diputada de Más Madrid, Alicia Torija, incidió en la valoración que la ciudadanía otorga al inmueble, y en la oportunidad que ofrece el Recurso de Alzada para que la Consejería de Cultura reconsidere su posición.
En su réplica, Juan Soler, diputado por el PP, insistió en considerar "casi destruido" el edificio, cuyo interés se habría reducido a su volumetría exterior e incidió en la leyenda que considera que una declaración BIC "sólo permite trabajos de reconstrucción".
Desde la FRAVM apuntan este planteamiento como "incierto" y que habría quedado rebatido por las intervenciones posteriores, donde se insistió en el "criterio indudablemente acertado del COAM y la RABASF".
Manifestaron cómo la degradación del inmueble "no niega su valor" y que su uso futuro "nunca debe priorizar la rentabilidad económica sobre la preservación de sus valores culturales y sociales".