Recibir la noticia de que uno padece cáncer es un momento complicado en la vida de un paciente oncológico. Pero dar esta noticia a otra persona, o incluso peores, tampoco es una situación agradable para los médicos, por ello, desde la Fundación Viatris han patrocinado una nueva herramienta de formación para ayudar a los oncólogos a comunicar esta información de la mejor manera posible, reduciendo su ansiedad y la del paciente.
Para poder llevarla a cabo, se realizó un estudio en cinco hospitales de la Comunidad de Madrid, entre ellos el 12 de Octubre o el Clínoco San Carlos, en los que se recogieron las opiniones de médicos y pacientes después de que estos primeros recibiesen la formación para comunicar de forma más correcta las malas noticias. Cuando se les realizó la encuesta, la satisfacción de los pacientes con la forma de comunicarse con sus médicos aumentó en 7 puntos y los oncólogos puntuaron por encima de 8 la formación recibida, pues les había permitido planificar mejor esta situación tan complicada.
"La forma que tiene el oncólogo de comunicarse con el paciente cuando le da la información diagnóstica tiene un impacto muy importante sobre el paciente, sobre su emocionalidad negativa, sobre su forma de afrontar la enfermedad", nos cuenta en la entrevista Marta Redondo, del departamento de psicología de la Universidad Camilo José Cela y una de las participantes en el estudio, "y aunque esto es claro y hay mucha literatura sobre ellos, no había habido una investigación sobre el efecto que puede tener una formación en los oncólogos, tanto sobre su propio bienestar a la hora de dar la información, como también sobre sus pacientes".
Durante el estudio se dieron cuenta, no solo de la ansiedad y preocupación que genera la noticia sobre un cáncer en el paciente, sino también del mucho malestar que le crea a un médico tener que pasar por ese proceso sobre el que no tiene formación, ya que no entra dentro de los procesos formativos de la carrera. "No tienen una formación específica sobre algo que están haciendo continuamente, como es decirle a una persona que tiene una enfermedad o que ya no tiene tratamiento, o que tiene que pasar a una fase de paliativos... Realmente no están formados para hacerlo. Y el hecho de no tener una pauta de cómo pueden llevarlo a cabo, les genera bastante desasosiego en su día a día y hace que esa falta de confort, pues muchas veces les lleva a no hacerlo, hacerlo por encima o a pasarlo mal cuando lo hacen", comenta Redondo.
La forma que tiene el oncólogo de comunicarse con el paciente cuando le da la información diagnóstica tiene un impacto muy importante sobre el paciente
Y es que un paciente oncológico no solo se tiene que enfrentar a su tratamiento y su medicación, sino también a lo que supone en nuestra sociedad escuchar la palabra "cáncer". Por ello es muy importante que los profesionales que han de cuidarles y han de informarles sepan como crear una buena relación médico-paciente, ya que esto ayuda, no solo en el momento de conocer la mala noticia, sino en todo el proceso de la enfermedad.
"Cuando el paciente recibe esa información, decían los oncólogos, no se les olvida quién les dio la información. Si les miró a los ojos, cómo estaba colocado... Con lo cual el que el médico tenga formación para poder gestionar esta situación de la mejor manera posible resulta clave", explica Redondo, "la relación médico paciente va a marcar el impacto emocional del paciente, pero va a marcar también cómo el paciente afronta su enfermedad, es decir, si el paciente se adhiere a los tratamientos si se abre a las pautas médicas... No se trata solo de que el paciente se sienta más confortable, sino que un paciente bien informado va a ser un paciente que va a ser mucho más responsable en la toma de decisiones y hay muchos momentos en los que los pacientes tienen que tomar decisiones complicadas".
Por el momento, esta herramienta está en fase de creación y mejora, pero el objetivo que pueda llegar a todos los oncólogos que trabajan en hospitales españoles, y no solo a ellos, sino también a los médicos de Atención Primaria, pues en muchas ocasiones son ellos los que se han de enfrentar a un primer diagnóstico de cáncer con el paciente y la comunicación es una ayuda fundamental.