¿Sabemos realmente cuál es el precio de pasar a mejor vida? No resulta precisamente barato... Un análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios, con el fin de conocer el coste actual de un entierro y una incineración, refleja a cuánto asciende el presupuesto tras un deceso. La premisa común era un entierro sin lujos ni extras, pero digno, similar a lo que suela gastarse en la ciudad e incluyendo el alquiler de un nicho durante un periodo mínimo de cinco años. Al mismo tiempo se solicitó la estimación correspondiente para una cremación.
El precio medio es de 3.739 euros para una inhumación y de 3.617 euros para una cremación, pero puede variar mucho según el municipio. En nuestra región la cuantía asciende a un baremo entre 4.426 y 6.384 euros, siendo la capital de España uno de los municipios más caros a nivel nacional. La cremación continúa sin ser aún una práctica extendida, si bien resulta recomendable pedir al menos un par de presupuestos diferentes.
El estudio también revela los conceptos con un mayor peso en la factura, como son el féretro, el cementerio y el tanatorio, entre más de una docena de conceptos diferentes: coche fúnebre, esquelas, flores, responso, etc. que también varían según la funeraria.
A los conceptos básicos hay que sumar otros gastos: esquelas, flores, coche fúnebre, la preparación del cuerpo o los gastos de personal, entre otros. Una corona mediana supera los 100 euros.
OCU critica la falta de transparencia de muchas funerarias: una de cada tres no entrega un desglose detallado de los distintos conceptos, lo que dificulta las comparaciones entre presupuestos. Por cierto, en algunos presupuestos se incluyeron descuentos y conceptos gratuitos, aunque no siempre implican que el precio final sea más barato que el de otra empresa de la misma ciudad.
En cuanto a la evolución de los precios, OCU ha comprobado que el incremento de los últimos ocho años ha sido moderado y permanecen relativamente estables. La inhumación ha subido un 5,5% y la incineración un 6,8%, mientras que el incremento acumulado del IPC en ese periodo ha sido similar, del 5,8%.