La Guardia Civil, a través de la "Operación Slice", ha detenido a seis personas que vendían jamones de bellota y lomos ibéricos falsos. Los estafadores distribuían los productos por todo España, y pertenecían a empresas alimentarias. Además, según detallan los agentes, para sus transacciones empleaban ilegalmente la imagen de la Denominación de Origen Protegido (D.O.P) Guijuelo para poder vender.
Agentes del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, mediante la "operación Slice" que iniciaron el año pasado, han podido detectar a los delincuentes, a quienes se les imputan delitos contra la salud pública, estafa, falsificación, contra la propiedad industrial y hurto relativo al mercado y a los consumidores. Así mismo, han incautado un total de 63.123 envases de productos en lochas, cuyo valor de mercado se sitúa en unos 967.000 euros, y cuya venta habría ocasionado un riesgo para la salud pública al no ser aptos para el consumo.
"Operación Slice"
Esta investigación se inició el año pasado, cuando se detectó una documentación sospechosa que hacía referencia a unos lotes de envases de lomo, paleta y jamón, preparados para comercializarlos como productos de cebo ibérico en una nave de Córdoba. Desde allí se enviaban a una importante cadena de supermercados para venderlos a nivel nacional, aunque esta cadena desconocía la falsedad de los productos.
Así, tras detectar esta documentación, se analizó a través del Área de Calidad Alimentarioa de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, así como del Servicio de Control de Calidad Agroalimentaria de la Junta de Andalucía, quienes dieron la alarma de las irregularidades, relacionadas con una posible falsificación de documentos.
Usurpación de marcas comerciales
En otra actuación, agentes del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Salamanca tuvieron conocimiento de la existencia de una empresa dedicada a la venta de productos curados provenientes del cerdo, la cual poseía dos tiendas físicas en la provincia de Jaén, y una página web de venta directa al público, que podría estar vendiendo de forma fraudulenta dichos productos, especialmente jamones. Para ello estaría usurpando marcas comerciales, especialmente pertenecientes a la Denominación de Origen Protegida (D.O.P) Guijuelo e incumpliendo la norma de calidad del ibérico, con el consiguiente perjuicio para los compradores y el riesgo para la salud pública.
Así, descubrieron que la empresa comercializaba con jamones falsos, ofertados a un precio menor que los legales. Además, se han intervenido más de un millar de vitolas y etiquetas con los logotipos falsificados de la D.O.P Guijuelo y de varias empresas salmantinas, así como 7 jamones y lomos ya etiquetados falsamente y dispuestos para su envío.