Tras conocerse que la agresión homófoba de Malasaña era falsa, el revuelo a brotado tanto en los ciudadanos como en las formaciones políticas. Ahora, dirigentes y ciudadanos piden al Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que dimita. Además, el dirigente no ha dudado en culpar a la Policía de no avisarle ante la falta de pruebas en el caso.
Desde la Comunidad de Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha afirmado que deberían cesar al ministro y que el Gobierno de España toma a los ciudadanos como "imbéciles", "Madrid es una región abierta, plural, que respeta los derechos de todos los ciudadanos. No se puede consentir la imagen que han querido trasladas de Madrid. Si no llega a ser por la labor de la Policía Nacional ni sabríamos la verdad de estos hechos", asegura Ayuso.
Por su parte, Marlaska no dudó en asegurar que se enteró tarde de lo acontecido, y mantuvo que la Policía no le avisó de ninguna sospecha sobre las incoherencias del denunciante. Además, ha asegurado que no dimitirá, pues para él no ha cometido ningún error, aunque haya incitado a la población a movilizarse a pesar de la situación pandémica que estamos viviendo.
Prece que ha intentado enmendar su error de manera encubierta
En esta línea, parece que ha intentado enmendar su error de manera encubierta, prometiendo que dotará de más recursos y medidas para combatir los delitos de odio.
La falsa agresión de Malsaña
La falsa agresión de Malasaña ha dado la vuelta al país. Tras conocerse que un joven fue agredido por una banda de encapuchados, quienes le escribieron con un cuchillo la palabra "maricón" en el glúteo, la noticia corrió como la pólvora, y la Policía Nacional se dispuso a investigar los hechos. Sin embargo, todo parecía oscurecerse a medida que buscaban las pruebas, hasta que, una tarde, el joven confesó que la agresión era falsa.
Tras conocerse este hecho, al tratarse de una denuncia falsa, se le imputaron doce meses de multa. Y ahora, tanto colectivos como ciudadanos están indignados por este acontecimiento que parece burlarse de la verdadera lucha del colectivo LGTBI.