Las épocas difíciles siempre hacen que el ingenio y la creatividad se active en la gran mayoría de seres humanos, tal como está demostrando esta época convulsa de la pandemia en la que los científicos están demostrando su gran capacidad para hacer grandes avances, tanto en la detección como en la prevención de la Covid-19.
Y precisamente en esa línea hay que felicitar a dos científicos españoles, la inmunóloga Yvelise Barrios y el alergólogo Víctor Matheu, ambos del Hospital Universitario de Canarias en Tenerife, que han encontrado una forma mucho más eficaz que los test de antígenos para saber si una persona sigue siendo inmune al coronavirus: un test en la piel.
"Mediante un pinchacito en el brazo, se introduce un trozo de la proteína S del SARS-CoV-2. Si ha habido infección previa o la persona se ha vacunado, los linfocitos T específicos van a reconocer esa proteína y van a generar una reacción local en la zona en forma de inflamación y enrojecimiento", expone Barrios, que también es vocal de la Sociedad Española de Inmunología. Una reacción que se puede generar en un período de tres horas a tres días pero que es mucho más realista que los test serológicos.
Este test podría ser utilizado para medir la respuesta inmune de las personas con enfermedades inmunodrepresivas y valorar si necesitan una tercera dosis de la vacuna o no
"Los anticuerpos son proteínas circulantes. En la respuesta fisiológica habitual, lo normal es que desaparezcan con el tiempo", señala Barrios, que recuerda que esa desaparición no significa que estemos expuesto por completo al virus de nuevo, "si miramos únicamente los anticuerpos nos quedamos con una visión muy incompleta. El nuevo test permite verificar de una manera sencilla si las personas han generado inmunidad celular, que es una inmunidad más estable".
Barrios y Matheu dieron con este test imitando otro que conocían y habían utilizado en muchas ocasiones en sus años de residencia en el Hospital, el llamado Método de Manteaux, que se utiliza para detectar la infección por la bacteria que provoca la tuberculosis, así como para medir la evolución inmunológica de una persona infectada por el VIH. Este test podría ser utilizado para medir la respuesta inmune de las personas con enfermedades inmunodrepresivas y valorar si necesitan una tercera dosis de la vacuna o no.