Me da miedo, no lo voy a negar. Me da miedo pensar que mi futuro, en cierto modo, no depende de mí ni de mi trabajo diario y que son las decisiones de otros las que van a marcar nuestro porvenir como sociedad. Parece que estamos en un momento de inflexión y que el mundo que conocíamos "se está desmoronando". Unas palabras del coronel Pedro Baños que han resonado en mi cabeza y que me han hecho reflexionar, tanto que mis pensamientos han dado un vuelco. Estados Unidos no sabe cómo frenar el auge de China, ¿cómo no va a saberlo si siempre ha sido la potencia que ha manejado el cotarro? Ha hecho y deshecho como ha querido y cuando llega alguien que pone en peligro su orden, el que ellos mismos han impuesto, da bastante miedito. Cuando te pisan los talones en expansión comercial, crecimiento económico y capacidad financiera te entran sudores...me da la sensación de que estamos ante una partida de ajedrez en la que está muy cerca de saberse el caballo ganador.

Podríais pensar que he entendido el mensaje, que he abierto los ojos y que ahora estoy un poco más preparada para lo que viene, pero solo tengo mil preguntas sin respuesta. Me siento un poco más pequeña, perdida e impotente en medio de este mundo cambiante. Sé que tenemos que despertar y actuar, pero ¿por dónde empezamos?

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