El Hospital de Día de Salud Mental Infanto-Juvenil Pradera de San Isidro cuenta ya con una imagen renovada en sus instalaciones. Un diseño en el que ha participado la Fundación Jaime Alonso Abruña, centrada en la decoración de espacios pediátricos, y que tiene como objetivo favorecer la recuperación de los pacientes, proporcionando una asistencia con calidad, confort y seguridad para los niños y adolescentes enfermos y sus familias.
La remodelación ha contado con una primera fase realizada por el Hospital 12 de Octubre, centrada en la renovación de suelos y sistemas eléctricos y de calefacción, incluyendo también el cambio del techo y pintado exterior e interior del complejo, que forma parte del Área de Gestión Clínica de Psiquiatría y Salud Mental del centro. La segunda fase ha consistido en la incorporación de una decoración amable y confortable de aulas, pasillos y otras estancias, diseñada por Paula Mínguez de la mano de la Fundación Jaime Alonso Abruña. Gracias a ello, se ha convertido en un espacio más acogedor, tanto para los pacientes y sus familias, como para los profesionales sanitarios y educadores del centro, mejorando así las posibilidades de intervención y tratamiento.
Se ha convertido en un espacio más acogedor
El Hospital de Día de Salud Mental Infanto-Juvenil Pradera de San Isidro del Hospital 12 de Octubre desarrolla una atención integral de los trastornos mentales graves en niños y adolescentes del sur y suroeste de la Comunidad de Madrid, con edades comprendidas entre los 6 y 17 años. Está integrado por un equipo multidisciplinar formado por dos psiquiatras, dos psicólogas clínicas, dos enfermeras especialistas en salud mental, una terapeuta ocupacional, dos educadoras sociales, una auxiliar administrativa y dos profesionales de apoyo para distintas tareas, además de residentes en formación.
Los pacientes reciben un tratamiento individualizado mediante distintas técnicas terapéuticas y farmacológicas, en las que también están involucradas las familias. Así, se consigue en muchos casos una remisión de la sintomatología y una mayor adaptación a su medio social, escolar y familiar. Como Centro Educativo Terapéutico, el Hospital de Día cuenta también con un equipo docente especializado, encargado de cubrir las necesidades académicas de los niños y adolescentes. La continuidad escolar se concibe como parte de la terapia, fundamental para prevenir y minimizar el impacto de la enfermedad mental en su rendimiento escolar y evitar el desfase curricular.