La inmigración se ha llevado los titulares esta semana, sobre todo tras las declaraciones de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, en las que alertó de haberse enterado "por la prensa" de la llegada de inmigrantes al a región. Ayuso señaló que "esto pasa cuando uno está a su supervivencia y no a los problemas reales de España”.
Ante este anuncio, el ministro Escrivá salió al paso el pasado jueves hablando del "oportunismo y la xenofobia de algunos", haciendo referencia a la presidenta regional, que se ha defendido calificándoles a ellos de xenófobos al tratar "así a las personas, que colocan y de las que desentienden completamente".
Durante el consejo de Gobierno. El portavoz Miguel Ángel García respaldó a la presidenta de la Comunidad de Madrid. García Echa en falta una mayor comunicación entre administraciones, pero ha explicado que la Comunidad de Madrid "tiene previsto todo aquello hasta donde alcanzan sus competencias".
En política no se trata de ser un buenista, sino de ser bueno
Ha ido avanzando la semana y el Gobierno regional sigue insistiendo y se pregunta "qué va a pasar con ellos después". Ayuso mira a futuro y quiere soluciones para estas personas una vez lleguen aquí.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha ido un paso más allá, porque asegura haber pedido al Gobierno de España conocer los datos. Quiere saber cuántos y cuándo llegarán los inmigrantes a la ciudad de Madrid para garantizar la convivencia y la seguridad.
Estas declaraciones de Almeida se han tachado, también, de xenófobas por parte de las líderes municipales de PSOE y Más Madrid. Por ejemplo, la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, habla incluso de discursos de odio, pero el alcalde tiene una respuesta, asegura que "en política no se trata de ser un buenista, sino de ser bueno".