La Asamblea de Madrid aprobó en su último pleno una Proposición No de Ley (PNL) a propuesta del Partido Popular para reclamar al Gobierno central que se derogue la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, que alienta el "guerracivilismo" como estrategia política, y "divide artificialmente a los españoles en dos bandos irreconciliables".
Rafael Núñez, portavoz adjunto del PP, fue el encargado de defender la PNL ante el resto de los grupos parlamentarios. El popular recordó que el Gobierno de Pedro Sánchez propuso para este año la conmemoración de los 50 años de la muerte de Franco a través de un centenar de actos, estableciendo, a juicio del partido, una "relación causa-efecto entre la muerte" del dictador y "la llegada de la democracia". Se trata, aseguró Núñez, de un “pensamiento infantil que les ha llevado a creer que el 19 de noviembre de 1975 España estaba sumida en una dictadura y el 20 de noviembre amaneció libre y democrática”.
Por ello, desde el grupo popular propusieron instar al Ejecutivo central a que restituya públicamente la Transición y la Constitución como causa y origen del actual sistema democrático y de libertad.
Núñez hizo hincapié en recordar otras fechas significativas que, a su parecer, avalaban la propuesta de su partido, como el "ascenso a la Jefatura del Estado del Rey Juan Carlos I, la aprobación de la Ley para la Reforma Política, las primeras elecciones democráticas, los Pactos de la Moncloa o la aprobación de la Constitución española” para conmemorar el inicio de la democracia. Sin embargo, “la estrategia política del PSOE es el antagonismo. El sanchismo vive de enfrentar a los españoles por rentabilidad electoral”, señaló.
“La izquierda necesita el conflicto, se nutre de la división emocional, y desde el PP no vamos a colaborar en actividades políticas que tengan por objetivo quebrar el espíritu de concordia que dio lugar a la Transición”, afirmó el portavoz adjunto. Por ello, la propuesta del PP también incluía la solicitud al Gobierno de la Comunidad de Madrid que no participase de "actividades ideológicas" que, a su juicio, recuperasen viejos rencores o comprometieran la figura del Rey de España.
Para concluir, el popular puso de manifiesto que “el PSOE que tuvo un papel protagonista en la Transición ya no existe. El PSOE de hoy es el de las purgas, la decadencia y el guerracivilismo, un PSOE que, a medida que se ha radicalizado, ha menguado su apoyo electoral”.