Las relaciones o personajes LGTBI dentro de las películas, series e incluso en las celebridades están cada vez más presentes y representadas abiertamente, pero ¿Qué pasa con aquellas ocasiones en las que nos dicen una verdad a medias? En este punto entra el concepto de Queerbating.
Para quién no lo sepa, el queerbating es una técnica de mercadotécnica en medios de ficción y entretenimiento de sugerir, pero después no representar abiertamente, a un personaje LGTBI o una relación romántica homosexual como en el cine, la televisión o la literatura. Se trata de una práctica que pretende atraer a la audiencia LGTBI o “heteroaliados”, mientras que al mismo tiempo que se intenta evitar perder a otros consumidores.
Entiendo la estrategia de marketing que tienen que utilizar estos medios para poder llegar a su target, pero ¿Y el colectivo LGTBI? ¿Qué pasa con su lucha por tener una representación? Utilizar a un colectivo para atraer más personas o parecer que es una serie “LGTBIfriendly” no favorece nada a las personas de este colectivo, es más no les hace sentir bien.
Imagínate estar viendo una serie y parecer que haya un amor entre dos personas del mismo sexo y que de repente la magia se desvanezca porque no pasa nada y acaban en un amor hetero.
¿Qué pasa con su lucha por tener una representación?
Este concepto es otro ejemplo de la heteronormatividad en la que viven los medios de entretenimiento, claramente trata de atentar contra la representación queer. De hecho, intentan satisfacer a la Comunidad LGTBI dando a entender que van a ver una representación en esta historia, aunque luego no llegan a hacerse oficiales, como en el caso de Elsa de Frozen, o que directamente no llegan a elaborarse.
Pero esto no solo ocurre en las series, cantantes como Harry Styles o Billie Elish han sido criticados por fans (que pertenecen al colectivo), ya que alguna vez han usado esta técnica. Sin embargo, el tema de Harry Styles ha mantenido divido a todos en las redes sociales porque siguen cuestionándose su sexualidad.
El mundo del fútbol tampoco se queda atrás utilizando este tipo de marketing, con tono burla. Así lo hemos podido ver con el tweet del famoso portero, Iker Casillas, diciendo: “Espero que me respeten: soy gay #felizdomingo” y los mensajes de sus excompañeros de la Selección Española de Fútbol como Carles Puyol que le contestó entre risas: “Es el momento de contar lo nuestro, Iker”.
Vuelvo a repetir que entiendo esta estrategia para llegar al público, pero la Comunidad LGTBI también nos queremos sentir representados y ver series en las que no nos dejen con las ganas de ver una historia de amor dentro de estas escenas. El queerbating tiene que acabar y la representación real tiene que estar más presente.