Aumento del precio de la luz, ola de calor y reactivación del turismo. Estos son los tres factores que dan como resultado escasez de hielo en pleno mes de agosto. De hecho, algunos supermercados y gasolineras han limitado su venta y desde hace unos días resulta complicado llevarse una bolsa de cubitos de hielo.
Los fabricantes no almacenaron suficiente hielo durante la temporada de invierno por los altos precios de la luz y ahora no tienen suficiente 'stock' para cubrir la demanda disparada por las altas temperaturas. Se ven obligados a tener su maquinaria funcionando las 24 horas del día, pero no saben si esto será suficiente para abastecer a hostelería, supermercados y gasolineras.
Eso sí, la demanda no solamente se ha disparado por las olas de calor, el efecto pospandemia tiene mucho que ver. El consumo en hostelería se ha incrementado. Además, este verano han vuelto los conciertos, los grandes festivales y las fiestas en los pueblos. Lo que está claro es que el desabastecimiento siempre va unido a la subida de los precios y no tardaremos en notarlo.
El desabastecimiento siempre va unido a la subida de los precios
De momento, los grandes supermercados toman sus propias medidas y limitan la venta de forma temporal. Después del papel higiénico o el aceite, nos vamos a acostumbrar a ver los congeladores vacíos con carteles que limitan la compra. En Mercadona, los clientes solo pueden llevarse cinco bolsas de cubitos de hielo al hacer la compra (un saco por persona). Por su parte, Consum es más restrictivo y limita el número de unidades a dos por persona y día.
Alegan que este racionamiento está amparado por el artículo 9.2 de la Ley de Comercio Minorista que, en situaciones extraordinarias, permite estas limitaciones.