El país ha prohibido tener este tipo de ejemplares en el hogar, debido a que dos de estas especies se han asilvestrado y suponen una amenaza para el ecosistema autóctono. Además, se considera que un 80 por ciento de las aves españolas son especies vinculadas con la cotorra.
El gobierno de 2011, ya en su momento, consideró que el daño que estas aves propiciaban al ecosistema era altamente preocupante. Con esto, decidió incluirlas en el catálogo de “Especies Exóticas Invasoras”. Según la Ley 42/2007, integrar especies relacionadas con este catálogo es ilegal dentro de la región. Cualquier persona que viole este código podrá ser sancionada con una multa de 3.000 euros (las clasificadas como “graves”), pudiendo alcanzar hasta una cifra de 2 millones de euros (las clasificadas como “muy graves”).
Todo este control y vigilancia se debe a que la cotorra argentina ha supuesto un problema para el resto de aves españolas. Sus hábitos alimenticios han provocado que se la considere un espécimen invasor de riesgo, atentando contra la vida e integridad del resto de ejemplares autóctonos.
Se alimentan de pollos y huevos de otras especies e, incluso, les roban la comida
Por otro lado, existe la problemática del descomunal peso que pueden llegar a alcanzar los nidos en los que cría (en ocasiones, llegando a pesar aproximadamente 100 kilos). Este hecho pone en riesgo la seguridad de los vecinos al caminar por las aceras de las calles. Además, los graznidos que producen han propiciado la aparición de quejas por parte de los ciudadanos que han solicitado, reiteradamente, la puesta en marcha de actuaciones para frenar la proliferación de la especie.
Cabe destacar que está demostrado que esta cotorra es un ave longeva (logrando alcanzar una edad de 20 años) y que, debido a su agresiva alimentación, está mermando el número de ejemplares de especies autóctonas como gorriones o mirlos.
Hoy en día, en muchas ciudades se lleva a cabo un control estricto de este pájaro, vigilando de cerca su población y realizando numerosas retiradas de nidos de los árboles en las calles.