Netflix llegó a España en 2015. En ese momento, sus precios nos parecieron muy asequibles teniendo en cuenta las comodidades que nos ofrecían. Pero la ley de la oferta y la demanda es inevitable, y el éxito de Netflix unido al consecuente aumento de presupuesto para sus producciones propias ha 'obligado' a la plataforma a incrementar sus precios con respecto a años anteriores. Bien es cierto que siguen siendo cuotas razonables si tenemos en cuenta el amplísimo catálogo de contenido audiovisual que se nos ofrece, pero sí, es más caro.
De hecho, Netflix ha advertido a sus ya clientes de que las cuotas iban a ser actualizadas, para que a nadie le pille de sorpresa. Un cambio que se hace efectivo a partir de este mes de diciembre de 2021. La dinámica de su contratación no ha variado; Netflix tiene tres planes disponibles, con distintos precios y distintas ventajas. El más caro, por el momento, sigue sin superar los 20 euros, y el punto en común es que todos los planes tienen acceso al mismo contenido. Es decir, aunque pagues menos, tendrás acceso a las mismas series y películas que el resto.
Concretamente, el plan básico mantiene su precio de 2015, 7,99 euros, pero lo que sí cambia es que, además de solo poder ver el contenido en una pantalla al mismo tiempo, va a ser necesario usar siempre el mismo dispositivo para realizar las descargas de las series o películas que queramos ver, y no se tendrá disponible el visionado en HD, ni mucho menos en Ultra HD.
El siguiente paquete en la escala es el estándar. Este, por un precio de 12,99 euros, te permite ver el contenido en dos pantallas simultáneamente y usar las descargas en los dos dispositivos. También se activa la opción de ver el material en HD. En 2015, el mismo plan costaba 9,99 euros.
El más caro, por el momento, sigue sin superar los 20 euros, y el punto en común es que todos los planes tienen acceso al mismo contenido
Por último, está el premium. Por un precio de 17,99 euros al mes, te permite el visionado en 4 pantallas al mismo tiempo, 4 dispositivos para descargas y, por supuesto, el acceso a Ultra HD. Este es plan que más ha incrementado sus precios desde 2015: ser premium, ese año, solo te costaba 11,99 euros al mes.
Otra de las grandes preguntas es si la prueba gratuita de la plataforma volverá a activarse en algún momento. La respuesta es no. Netflix llegó a nuestro país con esa jugosa carta bajo la manga que, honestamente, le abrió muchísimas puertas. ¿Quién no empezó con la opción de prueba gratis y se quedó hasta hoy? La estrategia fue buena, pero terminó. Ahora, si quieres entrar en el mundo Netflix, tiene que ser pagando. Lo que sí se mantiene desde el principio, y se agradece, es que no hay permanencia. Tú puedes ser hoy usuario de la plataforma y, mañana, dejar de serlo. Sin costes por cancelación ni tener que hacer cuentas en el calendario para darte de baja y que no te cobren los 3 meses siguientes.
La plataforma 'defiende' y sustenta su decisión de incrementar los precios en que es la única forma de "mejorar el catálogo", así como la "calidad de nuestro servicio". Lo que apuntábamos antes: Netflix nos ha conquistado y, ahora, ¿quién puede vivir sin ello?