Concha Márquez Piquer, de 75 años, ha fallecido el pasado 20 de octubre en el Hospital Quirón de Madrid. La causa ha sido una infección pulmonar, tal y como ha podido confirmar el periódico ABC por su viudo. La hija de la conocida leyenda española de la copla, Concha Piquer, y el torero Antonio Márquez, ya estuvo ingresada durante 35 días a causa de una grave infección respiratoria.
Carmen Borrego -hija de María Teresa Campos-, se encargó de trasladar la noticia en "Sálvame", donde alegó que su muerte no fue a causa de la COVID-19, sino que la infección "le cogió por sorpresa". Los médicos del Hospital donde se encontraba ingresada no pudieron hacer nada por la vida de la tonadillera, puesto que empeoró en sus últimas horas tras una aparente mejoría durante el fin de semana.
La tonadillera falleció rodeada de su marido, Ramiro Oliveros, y sus hijas
Desde una muy temprana edad tuvo claro que seguiría los pasos de su madre, la histórica Concha Piquer. Así, a los 24 años debutó en una Gala Benéfica en el Teatro Calderón de Madrid. Tras el fulminante éxito después de su presentación oficial, fue contratada por la compañía discográfica Columbia. También se dedicó a la actuación en el género de la comedia musical, sobre todo, y ejerció de presentadora en la televisión mexicana. No obstante, su trayectoria ha estado dedicada al ámbito de la copla con una extensa discografía.
En cuanto a su vida personal, Concha tuvo que hacer frente a la prematura muerte de una de sus hijas, Coral, a los 19 años por un accidente de tráfico en Estados Unidos. Este episodio ocurrido en 1986 sumió a la artista en una profunda depresión, tal y como relata en sus memorias "Yo misma" . Años antes, la tonadillera se había divorciado de su primer marido, el torero Curro Romero, con el que había tenido dos hijas. En 1982, contrajo matrimonio civil con Ramiro Oliveros, quien la ha acompañado hasta el final de sus días.
Concha Márquez Piquer será enterrada en el cementerio de San Isidro, junto a su madre. La familia despedirá a la tonadillera en la intimidad.
Descansa en paz, Concha. Hasta siempre.