De un tiempo a esta parte salen plazas de funcionarios de debajo de las piedras. Después de años de amortizar plazas, de intentar que el gasto en personal de las administraciones fuese cada vez menor, ahora hasta hacen campañas de publicidad para que la gente oposite.
No es que me parezca mal que se creen plazas de funcionario, hay sectores, como se ha visto en la Sanidad, en las que son vitales, pero no creo que, según está la sociedad hoy en día, sea necesario publicitarlas como si fuera un servicio más que presta la administración.
Como digo, hay puestos muy necesarios que se deben cubrir, pero todos conocemos administraciones en las que se proveen plazas "para poder irse de vacaciones tranquilamente", puestos en los que se coloca a un funcionario durante todo el año, para que cuando llegue el verano, sus compañeros de despacho no tengan problemas para cuadrar los días libres.
Tal vez (bueno, seguro) habría que crear las plazas con un poco más de visión a largo plazo. Saber si un puesto va a duplicar sus tareas o si realmente no será necesario. Lo que no se puede hacer es pasarse 10 años sin convocar unas oposiciones, dejar que los servicios públicos "marchiten" y luego llevarse las manos a la cabeza porque no se encuentran funcionarios.
No solo es un problema de médicos, a muchos ayuntamientos les cuesta encontrar un interventor, por ejemplo, pero si no hay convocatorias, nadie se podrá convertir en médico o en interventor.
Pero lo que a mi me llamó la atención fueron dos campañas, una del Ayuntamiento de Madrid y otra del gobierno de España, en las que animaban a la gente a hacerse funcionario ¿si sacan la convocatoria de manera ordinaria, sin anuncios en los medios de comunicación no van a cubrir con creces las plazas? De verdad que no es necesario que nos animen. Mucha (muchísima) gente no tiene otro objetivo en la vida que trabajar de 8 a 3 y cuando se ponen a trabajar en una empresa privada, que no puede sostener esos horarios, se "queman".
El Estado tiene la suerte de poder pagar buenos sueldos por trabajos poco competitivos, algo que, desde luego, es un chollo para quien lo consigue, lo que no tengo tan claro es si esto es rentable para la propia sociedad.
El Estado tiene la suerte de poder pagar buenos sueldos por trabajos poco competitivos