La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy la puesta en marcha del Plan de Ciberseguridad para la Ciberprotección y por la Convivencia 2023-2027 dirigido a cerca de 500.000 alumnos con medidas para protegerles cuando hagan uso de los medios digitales y de las redes sociales en los centros escolares.
La presidenta lo ha avanzado durante la inauguración, en la Universidad Alfonso X El Sabio, de la jornada Sociedad 4.0: hacia un mundo digitalizado, donde ha expuesto las oportunidades que ofrecen internet y las nuevas tecnologías, así como los retos sobre ciberamenazas a los que se enfrentan los ciudadanos y, especialmente, los más jóvenes.
En este nuevo programa, proyectado para los próximos cuatro años, se implantarán estrategias que favorezcan la prevención, sobre todo, en materia de ciberacoso y está dirigido a los estudiantes de 4º, 5º y 6º de Educación Primaria, así como a todos los de Educación Secundaria Obligatoria, además de a profesores y familias. Como ha explicado la presidenta, también contará con campañas de sensibilización escolar y en un futuro se llevará a las universidades.
La presidenta ha adelantado, además, la creación de una red de asesoramiento para familias sobre la utilización responsable de los videojuegos entre los jóvenes
“En un problema tan complejo como este, muchos padres probablemente no saben lo que sus hijos están viendo con ocho, nueve o diez años. Muchos niños han perdido la infancia precisamente por todo esto”, ha señalado Díaz Ayuso, quien ha remarcado que habrá herramientas de prevención para el uso de los teléfonos móviles, sobre todo, en cuanto al envío de determinado material que pueda ser, posteriormente también, usado para hacer bullying (acoso escolar).
En definitiva, el Ejecutivo autonómico quiere seguir sensibilizando al alumnado madrileño en prácticas de riesgo como el sexting (envío de imágenes y videos de carácter sexual); grooming (acoso sexual a menores); el acceso a contenidos perjudiciales para los niños (violencia, pornografía, etc.), o el contacto con comunidades peligrosas que fomentan hábitos relacionados con la anorexia, la bulimia, las autolesiones o discursos de odio.