Por mucho que ahora se hayan puesto de moda los perros de razas braquicéfalas en los últimos años, lo cierto es que la vida de estos pobres animales, en muchas ocasiones, es muy complicada, ya que la selección genética ha provocado que algunos de estos canes tengan muchas dificultades para poder respirar y requieren de intervenciones quirúrgicas para, simplemente, poder salir a pasear con sus dueños.
Por ello, el Tribunal de Distrito de Oslo en Noruega se ha sumado a la iniciativa de otros países europeos y ha prohibido la cría de los perros que sean de raza Bulldog y Cavalier King Charles Spaniels, dos braquicéfalos, porque considera que va en contra de la sección 25 de la Ley de Bienestar Animal de Noruega. "Los problemas de salud provocados por el hombre en los bulldogs se conocen desde el principio del siglo XX, este veredicto llega con muchos años de retraso", ha asegurado el director ejecutivo de Animal Protection Norway.
Noruega no es el único país que ha tomado esta decisión y tampoco el más restrictivo, pues ya en 2019, Holanda prohibió la cría de cualquier perro de raza braquicéfala entre los que se incluyen los dos ya mencionados además del Pequinés, el Shar Pei, el Lhasa, el Apso, el Shih Tzy, Carlinos y el Boston Terrier.
Más de la mitad de los Bulldogs y alrededor de dos tercios de los Carlinos presentan signos clínicos al respirar
En España sigue siendo legal su cría a pesar de la oposición de muchos veterinarios
Pese a que nuestro país aprobaba el año pasado una ley pionera de Bienestar y Protección Animal, todavía le quedan algunos flecos que solventar, como por ejemplo la no prohibición de la cría de estas razas de perros, una petición a la que se suman cada año más veterinarios.
"Más de la mitad de los Bulldogs y alrededor de dos tercios de los Carlinos presentan signos clínicos al respirar. Muchos de estos animales colapsan cuando hacen alguna actividad o tardan más de lo normal en recuperarse del ejercicio, al extremo que muchos requieren de una cirugía para tener una vida normal", aseguran en una publicación de Diario Veterinario. "Además, estos problemas respiratorios se ven agravados por el sobrepeso, cada vez más común en gatos y perros".
El problema de estas razas, por muy "monas" que nos parezcan es que han sufrido una selección genética a lo largo de cientos de años que ha buscado perros con el morro cada vez más chato en pro de la estética y en contra de la salud. Al tener las fosas nasales más cortas de lo que deberían, su nariz no les permite coger el aire necesario para, por ejemplo, dar un largo paseo o correr detrás de una pelota como unos perros normales.