Ciudadanos esta sufriendo una fuga de cargos. La última salida que conocemos es la del expresidente Madrileño, Ángel Garrido. Las informaciones apuntan a qué abandonará el partido tras el 4-M, por lo que no irá en listas. Aunque debido a su trayectoria no es descartable. 

Ángel Garrido fue el gran fichaje naranja para las elecciones de 2019. El entonces presidente del Partido Popular que se iba a ir a Europa, salto a Ciudadanos. Consiguió escaño en la Asamblea de Madrid y entrar en el ejecutivo de Díaz Ayuso como Consejero de Transportes.

Posiblemente esta marcha este relacionada con el desplazamiento de Aguado como candidato. Hasta ayer todo apunta a que el dirigente madrileño volvería a repetir, pero por arte de magia le quitaron del puesto, bueno se aparto.

El candidato propuesto por la cúpula es Edmundo Bal. Hablamos de candidatos porque la dirección apuesta por alguien, pero hay un proceso de primarias en marcha tanto en Ciudadanos como en Podemos. Aunque mucho tienen que cambiar las cosas para que salga un cabeza de lista diferente al propuesto por el aparato. 

El más que seguro candidato, Edmundo Bal, negaba su candidatura a la Comunidad de Madrid el miércoles, porque el candidato era Aguado. El jueves por la tarde ya saltó la sorpresa, se presenta Edmundo por Madrid.

Una pregunta que me surge es cuándo dejará su escaño como diputado en el Congreso de los Diputados. Hay que tirar de hemeroteca para recordar que decía sobre el Ministro de Sanidad, Salvado Illa, cuando se presento como candidato a la Generalitat de Cataluña.

Esto de pedir a otros cosas que luego no cumples también se puede ver en Pablo Iglesias. Cuando su compañero de Consejo de Ministros se presentó a las elecciones dijo que se iba a reservar la respuesta a la pregunta de si debía abandonar el puesto. Por lo que daba a entender que no se podían compatibilizar los cargos. 

La verdad en que tiempos convulsos y líquidos todo puede suceder. La información y las creencias de hoy pueden ser contrarias mañana, sin gran repercusión.