En ella, 40 clubes divididos en dos grupos, buscarán, en la medida de sus posibilidades, entrar en el playoff de ascenso a Segunda División. La liga comenzará el último fin de semana del mes de agosto y se extenderá hasta el 25 de junio de 2023.
Alcorcón y Fuenlabrada intentarán volver a Segunda División, mientras que Raúl González inicia su cuarto curso a los mandos del Castilla a la espera de la oportunidad con el primer equipo
La Primera RFEF es una división complicada y meterse en el playoff de ascenso estará muy caro. Sin lugar a dudas, Fuenlabrada y Alcorcón son los equipos que tendrán más presión pues son los dos conjuntos, junto al Amorebieta y Real Sociedad B, que han descendido este año procedente de la Segunda División.
El Alcorcón de Fran Fernández vivió el año pasado una de las peores temporadas de las últimas dos décadas y el descenso fue la consecución de un año malo. Sin embargo, la afición y la ciudad están con el equipo y Santo Domingo intentará ser un fortín para volver cuanto antes a la división de plata.
Algo parecido a un Fuenlabrada de Mere, que llega tras el adiós de José Ramón Sandoval. El Fuenla se ha reforzado bastante bien y ha realizado una notable pretemporada. Tras un año complicado en el que han perdido a hombres importantes como Pedro León, Altube, Ontiveros o Zozulia, el Fernando Torres y la afición deben aupar a un Fuenla con el objetivo de permanecer el menor tiempo posible en Primera RFEF.
Otro equipo que debe dar un paso más es el Castilla de Raúl González. Es el cuarto curso del otrora "eterno capitán" al frente de los cachorros blancos dentro de una categoría que para muchos, ya se le empieza a quedar pequeña.
Aunque la función de un filial es sacar jugadores para el primer equipo, el Castilla está obligado por lo menos a meterse en el playoff. Jugadores como Peter o Arribas tienen calidad para lograr un ascenso que casi consiguen hace dos temporadas.
Por su parte, el Sanse, con nuevo el césped natural de Matapiñoneras y con un plantel muy renovado, espera tener una temporada más sólida que el año pasado donde no llegó a encontrar la regularidad finalizando en la mitad de la tabla.
El Rayo Majadahonda terminó cuarto la pasada temporada y llegó a jugar el playoff de ascenso a Segunda División cayendo frente al Albacete. Repetir por lo menos el papel del curso anterior es imperativo para los hombres de Abel Gómez.
Por último, el DUX de un clásico del fútbol madrileño como Alfredo Santaelena, tuvo un año difícil en el que vio de cerca el descenso a Segunda RFEF. Con el lío del césped a cuestas con la Federación, el equipo villaodense buscará tener un año más tranquilo que el pasado tanto dentro como fuera de los terrenos de juegos, y seguir consolidando un proyecto aún bastante joven.