A la hora de seleccionar a una persona para desempeñar tareas que entrañen ciertos niveles de cualificación y responsabilidad, las empresas inician una búsqueda que a menudo tiene como objetivo un perfil muy concreto, con unas características comunes y un patrón que se repite en la mayoría de los casos. Los departamentos de Recursos Humanos filtran la información para centrarse en determinados aspectos, los cuales suelen ser:
1.- Titulación superior: Licenciatura, Ingeniería... El hecho de estar en posesión de una carrera universitaria sigue siendo, sin lugar a dudas, un requisito indispensable para entrar a formar parte de ciertos colectivos dentro de una entidad o multinacional.
2.- La formación de postgrado relacionada con el puesto suele ser algo muy valorable o incluso imprescindible, dependiendo del sector y empleo al que se opte. Esta condición amplía considerablemente las opciones de ser seleccionado, de promocionarse y ascender y de ver aumentada la retribución recibida.
3.- Un nivel alto de inglés tanto escrito como hablado es una cuestión necesaria presente en muchísimas ofertas de empleo. La proyección hacia el extranjero de un número creciente de negocios en España obliga a que los integrantes del equipo puedan mantener contactos y relaciones mercantiles con personas de otros países de modo constante.
4.- Dinamismo, resolución y creatividad. Las empresas buscan gente proactiva, con capacidad de liderazgo y un carácter energético que les permita gestionar rápidamente los conflictos y factores externos a los que se tengan que enfrentar durante el desempeño de su ejercicio laboral; el motivo se basa en que, dadas las circunstancias actuales en nuestro país, una alta tolerancia a la frustración y una personalidad positiva son, en parte, garantías de que esa persona no se ahogará en un vaso de agua a la primera de cambio.
5.- Habilidades comunicativas y de trabajo en equipo. Cuando se depende de otras personas para llevar a cabo un proyecto, el éxito o fracaso del mismo residirá en las competencias individuales de cada persona y sobre todo, en la capacidad de los individuos para ponerse de acuerdo, delegar, compartir y distribuir el trabajo de manera ordenada y correcta.
Adaptabilidad, resiliencia y flexibilidad son factores muy valorados en una etapa de cambio constante como la que vivimos ahora.
6.- Creatividad. El candidato ideal deberá ser capaz de desarrollar sus dotes creativas cuando sea necesario, ya que las empresas confían en que los empleados puedan aportar distintos puntos de vista los cuales podrían marcar la diferencia con la competencia directa. El ingenio es un arma fundamental en tiempos de crisis para desmarcarse y ofrecer algo diferente; por ello los trabajadores han de intervenir en la creación y evolución de nuevos conceptos que marquen el rumbo de una marca en concreto.
7.- Manejo y conocimiento del universo 2.0. La influencia de Internet y las redes sociales queda patente por la inclusión de este requisito cuando se trata de buscar a un candidato completo. El dominio de informática a nivel usuario queda completamente relegado al pasado, ya que hoy en día es obligatorio saber tratar la información a otra escala, con un control total de las herramientas tecnológicas.
8.- Experiencia. Para las nuevas generaciones la consecución de este punto se convierte en todo un desafío, por la tremenda dificultad que implica el hecho de conseguir un primer empleo o un contrato en prácticas que proporcione algo de rodaje en el sentido deseado. No obstante, la experiencia en un puesto similar continúa siendo un requisito necesario en la inmensa mayoría de las ofertas de trabajo publicadas últimamente.
9.- Visión de negocio. Aunque resulta más útil en el mundo de las finanzas, no son pocos los sectores de actividad que demandan cada vez más perfiles analíticos orientados a la obtención de resultados, fidelización de la clientela, alcance de objetivos de venta pautados, etc.
10.- Adaptación al cambio. La situación ya no es nada estática, lo que implica que se producen cambios constantes que obligan al trabajador a estar alerta en todo momento y preparado para someterse a modificaciones repentinas dentro de la empresa cuando el contexto externo lo requiera. Por este motivo, como ya expuso Darwin, sólo los que sepan adaptarse al cambio 'sobrevivirán' en el duro mundo del mercado laboral actual y sus entrevistas de trabajo.