Los intentos del Ayuntamiento para incrementar la seguridad durante el Orgullo se han quedado en eso mismo, intentos. La delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, informaba hace unos días sobre el refuerzo de la vigilancia en el centro para, entre otras cosas, evitar el consumo de alcohol en las calles y asegurar el cumplimiento de las normas sanitarias.
Sin embargo, el aumento de presencia policial no ha supuesto un impedimento para que se repitan las grandes aglomeraciones de personas una noche más en Chueca para celebrar el Orgullo LGTB.
Los efectivos policiales se ubicaron en las inmediaciones de la plaza para tratar de evitar que se congestionara, sin embargo, la respuesta de las multitudes fue instalarse en las calles cercanas. La medida que permitiría celebrar la fiesta respetando las normas de seguridad tan solo ha llevado a colapsar las vías aledañas.
La presencia policial solo consiguió que los grupos se extendieran
La sucesión de botellones y agrupaciones sin mascarilla ni distancia llevó a la organización MADO (AEGAL, FELGTB Y COGAM) a firmar un comunicado en el que se desvinculan de las "concentraciones espontáneas" y piden respuestas a las administraciones.
"MADO no ha convocado ningún tipo de acto multitudinario en la vía pública ni instalación de escenarios de conciertos en las calles y plazas para garantizar la salud y la seguridad de las personas durante el Orgullo de Madrid", han remarcado.
De hecho, MADO ya había presentado el 8 de junio un plan preventivo de movilidad en el que recomendaban cortar determinadas calles, controlar aforos y vías de entrada y salida en los barrios de Chueca y alrededores. Informaban también sobre posibles zonas clave de gran afluencia y proponían medios de transporte alternativos o el cierre de algunas estaciones en momentos de máxima afluencia.