Hace poco estrenaron el tráiler del Live Action de la película de Disney La Sirenita, un vídeo que ha causado numerosas críticas porque la protagonista es negra. Me hace gracia que la gente se alarme de esto ahora, cuando desde hace varios años ya avisaron que iba a ser así, pero este no es el problema.
Inclusión forzada, esta es la definición que han utilizado todas las personas que les molesta que la protagonista, en vez de ser blanca y pelirroja, sea negra y morena. “Es que así no es la historia”, “Así no es el cuento original”… La historia de La Sirenita no se basa en ser negra o blanca, trata de un ser mitológico que quiere salir fuera del agua y tener piernas para conocer a un hombre del que se ha enamorado, asique lo siento, pero el argumento “racista” de la historia no funciona.
No se puede llamar inclusión forzada por intentar cambiar los estándares de historias que se escribieron en años en los que la inclusión directamente ni existía.
Pero esto no es todo, también se han publicado mensajes en redes sociales como TikTok, donde muchos niños y niñas ven y pueden influenciarse de frases racistas como los que estamos oyendo con este tráiler y que, además, pueden afectar a todas las personas negras que lo vean, porque ellos también tienen derecho a sentirse identificados.
“Esque si en la película de Lilo y Stich, Stich fuera verde también me molestaría…”, así explicaba su posición, una influencer en sus redes sociales, cosa que me ha causado mucho impacto porque se centra en Stich, pero no menciona que si Lilo fuera blanca no le molestaría.
El problema no es que el director o directora de la película decida cambiar al personaje principal, sino que parece que nos sigue costando darnos cuenta de que los negros y las negras también tienen derechos como todos los demás, porque sí, las niñas negras también pueden ser princesas y querer sentirse identificadas con ellas.
Cambiar los estándares de las historias no es inclusión forzada
No me vale de nada el argumento de la película de Tiana y el Sapo porque en esa historia sí que es importante la raza de la protagonista, puesto que si cuentan las dificultades de la protagonista. Es más, si la analizamos ¿Cuánto tiempo aparece la princesa como sapo y cuanto como humana?
Ariel es danesa, es otro de los argumentos que utilizan las personas que se han posicionado en contra, pero no tiene sentido que sea danesa cuando el mar está lleno de arrecifes de coral, peces tropicales, tiburones blancos, algo muy poco común en la costa de Dinamarca, asique tampoco tiene mucho sentido.
Hay miles de razones por la que todos estos comentarios se podrían tachar de racistas, simplemente la historia de Ariel va a ser la misma, no cambia nada su raza. ¿Qué pasa con la actriz? Nadie se ha puesto a pensar en el daño que le puede causar esto a ella, porque en una entrevista en un medio estadounidense ya contó que le costó mucho aceptar que ella fue la elegida porque en la sociedad en la que vivimos nunca han elegido a una chica negra para protagonizar a una princesa.
Estoy segurísimo que todas estas personas que ahora mismo están criticando la película y lanzan mensajes de “odio” sin darse cuenta del daño que pueden causar a toda una raza, serán los primeros en ir al cine para disfrutarla como todos y después criticarla, y a esto se le llama hipocresía.