Polvoranca, un pueblo situado al sur de Madrid, se trata de un lugar abandonado que podría catalogarse dentro de la España Vaciada. A simple vista, puede parecer un enclave solitario sin más, pero la leyenda que le precede lo convierte en un espacio de lo más interesante para todos aquellos amantes del terror y las experiencias paranormales. Muchos son los exploradores que se han acercado a esta localización, situada a menos de media hora de Madrid capital, con el fin de vivir el terror en sus propias carnes.
Esta antigua aldea medieval, deshabitada actualmente, está considerada como uno de los mayores puntos de actividad paranormal del territorio madrileño. Las leyendas narran la presencia de voces, susurros, lamentos e, incluso, cánticos corales que pueden escucharse dentro de las ruinas de la iglesia de Polvoranca. Es más, algunos usuarios de urbex han captado en cámara como los cánticos podían oírse a varios metros del lugar, al tiempo que mostraban el interior de las ruinas totalmente vacías.
Por otro lado, puede ser que lo más terrorífico no se trate de la supuesta actividad paranormal recogida en las ruinas de la iglesia, sino un hecho tangible y potencialmente peligroso (aún más si la visita es nocturna), la presencia de rituales satánicos y misas negras. El lugar también tiene fama de ser una ubicación elegida por diversas sectas y cultos, lo que le brindaría un riesgo extra en un posible encontronazo cara a cara con los curiosos visitantes.
Los cánticos se oían a varios metros. Sin embargo, allí no había nadie. El interior de las ruinas estaba totalmente vacío
Asimismo, este territorio se encuentra vallado debido al peligro de derrumbe por su estado de abandono. La torre de la iglesia se derrumbó en el año 1953 y, según datan los documentos históricos, el éxodo se produjo a raíz de la proliferación de epidemias como la peste. Además, una vez que Leganés aumentó su población, Polvoranca quedó completamente mermado por esta localidad. De ahí el peligro de derrumbe que impera en las pocas casas que todavía quedan de pie. Sin embargo, a pesar de estas medidas preventivas, muchos exploradores cruzan el vallado y se aventuran al interior del pueblo, con la cámara en mano y dispuestos a filmar sus vivencias paranormales.
En cuanto al trayecto, se puede llegar a Polvoranca rápidamente gracias a las autovías, pudiendo elegir la M-40 o la A-5. También, cabe la posibilidad de acceder en Cercanías Renfe gracias a la estación de Parque Polvoranca, aunque no es la opción más rápida.
Sea como sea, se crea o no en lo paranormal, Polvoranca siempre será un buen destino a elegir, brindando al visitante un doble semblante: por un lado, una cara aterradora y lúgubre, donde poder casi rozar esa delgada línea entre la vida y la muerte; por otro lado, una cara cálida y amable, posibilitando el disfrute de actividades al aire libre en plena naturaleza, tales como picnics, senderismo, footing o ciclismo.