Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Nacional de Colombia, han llevado a cabo una investigación policial que ha permitido la liberación de un ciudadano español secuestrado en la ciudad colombiana de Medellín. Las investigaciones comenzaron cuando un hombre denunció en Madrid el secuestro de su hijo, residente por motivos laborales en Santo Domingo (República Dominicana), y que en esos momentos se encontraba en Colombia junto a un amigo dominicano.
Un día antes de la denuncia, la víctima envió varios mensajes a su padre por una aplicación de mensajería instantánea, manifestándole que había sido secuestrado en Bogotá y que le exigían una deuda de 4.500 dólares, la cual habría contraído en Venezuela. Del mismo modo, le envió una fotografía en la que aparecía con tres heridas en el cuero cabelludo, e hizo referencia a “unas personas de Venezuela" como presuntos secuestradores. En esos momentos, el denunciante se puso en contacto con el amigo de su hijo, quien le manifestó que ambos estaban secuestrados.
La víctima solicitó a su padre un envío de 3.500 euros, que serían enviados a Colombia por un conocido suyo. Una tercera persona de aquel país sería la encargada de hacérselo llegar a los supuestos secuestradores. La Policía Nacional comenzó entonces las gestiones oportunas, contactando con la Consejería de Interior en Colombia, quien se hizo cargo de la negociación con la familia y quien llevó a cabo una estrategia dirigida, principalmente, a salvaguardar la vida del secuestrado y lograr su liberación.
Tras varias negociaciones, la víctima se puso en contacto con su padre mediante videollamada, manifestando que había sido puesto en libertad, pero que su amigo continuaba retenido por los secuestradores. Pasadas unas horas, volvió a contactar con su padre para comunicarle que su amigo también había sido puesto en libertad.
La víctima, residente en la República Dominicana por motivos laborales, se había puesto en contacto con su padre para trasladarle que había sido secuestrado en Colombia y que le exigían una deuda.
Los agentes garantizan la seguridad de la víctima hasta su regreso
Finalmente, a través de la negociación, se consiguió que el ciudadano español enviara su localización, manifestando que no se encontraba en Bogotá, sino en Medellín. A través de la Consejería de Interior, se activó a la Policía Nacional colombiana para que acudiera al lugar exacto y, de este modo, garantizara su seguridad hasta su encuentro con el oficial de enlace español y con el resto del personal de la Embajada de España en Colombia.
Una vez interceptado por los agentes de la Policía Nacional de Colombia en coordinación con el oficial de enlace español, fue trasladado a Bogotá para que pudiera regresar a España, garantizándose su seguridad tras su liberación. Funcionarios policiales españoles destinados en la Embajada le proporcionaron alojamiento en Bogotá, siendo trasladado al día siguiente por ellos mismos al aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, donde embarcó en un avión en dirección a España.
En el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas fue recibido por agentes de la Policía Nacional para ser entrevistado y, posteriormente, trasladado a dependencias policiales para ser oído en declaración y dar cuenta de los hechos ocurridos.