El calor y el buen tiempo nos invitan a hacer planes donde el agua sea la protagonista. Más allá de piscinas y playas, es tentador acudir a lugares más recónditos, donde suele haber menos bañistas, o incluso ‘jugar’ a torear las restricciones y bañarse en zonas que tienen prohibido el baño por distintos factores; comúnmente, el de la peligrosidad.
Uno de los últimos casos de ahogamiento en pantanos ha ocurrido en el pantano de San Juan, situado en San Martín de Valdeiglesias, un lugar reconocido por su flujo de turistas. La fallecida ha sido una menor, Clara, cuyo cuerpo se ha encontrado este lunes gracias a la búsqueda durante días de los equipos y fuerzas de seguridad. Una tragedia de la que, por el momento, se desconocen todos los detalles. Lo que sí se sabe es que la zona en la que Clara desapareció estaba prohibida para el baño y que pudo haber caído en ella por el movimiento de la lancha en la que iba montada. Clara, según fuentes oficiales, no portaba equipo de seguridad ni chaleco salvavidas.
Los pantanos, ríos y embalses son lugares especialmente delicados y a tener en cuenta a la hora de ir con cuidado en nuestras vacaciones. Corrientes de agua, zonas que aparentemente son poco profundas (y engañan) o piedras en el fondo que desde la superficie no alcanzamos a ver se pueden convertir en trampas mortales. La Comunidad de Madrid recomienda no bañarse en zonas desconocidas, o en las que esté prohibido el baño, ya que puede ocasionar numerosos riesgos para la salud.
Desde ahogamientos, golpes, cortes, insolaciones, quemaduras hasta el contacto con virus, bacterias, hongos y parásitos presentes en el agua que pueden ocasionar otitis, conjuntivitis, diarreas, vómitos y un largo etcétera. En nuestra región, existen 4 zonas de baño censadas oficialmente, en las que se controla la calidad del agua periódicamente a lo largo de la temporada estival en los 5 puntos de muestreo establecidos: Las Presillas, Los Villares, El Muro, Virgen de la Nueva y Playa del Alberche.
Desde ahogamientos, golpes, cortes, insolaciones, quemaduras hasta el contacto con virus, bacterias, hongos y parásitos presentes en el agua que pueden ocasionar otitis, conjuntivitis, diarreas, vómitos y un largo etcétera
Las recomendaciones de la Comunidad de Madrid a la hora de acudir a este tipo de espacios son las siguientes:
- No lanzarse al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad o desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
- Comprobar cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse y evitar bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.
- Meterse en el agua lentamente o tirarse de pie varias veces antes de hacerlo de cabeza y, en ese caso, recordar que los brazos deben situarse en prolongación del cuerpo para proteger el cuello y la cabeza.
- Tirarse de cabeza desde una gran altura, en sitios de poca profundidad o sin conocer si existe algún obstáculo en el fondo, puede producir lesiones muy graves.
- Vigilar a los menores en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, incluso cuando la profundidad sea pequeña. No delegar esta responsabilidad en otro niño/a, incluso aunque sea mayor.
- Evitar el consumo de alcohol antes de cualquier actividad en el agua.
- Bañarse de noche es muy peligroso, si le ocurriera algo, nadie podría verle.
- Salir enseguida del agua si se encuentra cansado o siente frío.
- Si no sabe nadar o no sabe nadar bien, utilizar un chaleco salvavidas para bañarse o practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.
Cabe destacar que, si queremos conocer más detalles sobre las zonas de baño de nuestra región y de toda España, siempre se puede consultar el Sistema de Información de Aguas de Baño, NÁYADE, así como el catálogo de Datos Abiertos.